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viernes, 18 de diciembre de 2009

El nada mediocre Antonio Lorca y el "seny" de Andrés Verdeguer



Foto: LEONARD BEARD
Vía: El Periódico


En estos días de cierta locura mediática y blogera con motivo de la votación de las enmiendas a la ILP para prohibir las corridas de toros en Cataluña, se ha escrito mucho y variado, observando como también dentro del mundo periodístico también hay mediocres (en todas partes cuecen habas), he encontrado dos periodistas que han sabido explicar la realidad sin mediocridad, cada uno en sus medios y sus posibilidades: Antonio Lorca y Andrés Verdeguer.

Antonio Lorca en El País, contrarrestando un artículo del día anterior, explica la situación de la Fiesta y su auténtico peligro: los mal llamados "taurinos", copio unas líneas:

"Es el espectáculo el que está enfermo entre la desidia de todos sus protagonistas. No interesa a los políticos, acomplejados ante Europa y los grupos ecologistas; no interesa a los toreros, auténticos enemigos del toro bravo y encastado; no interesa a la Unión de Criadores de Toros de Lidia, que ha permitido la desnaturalización del elemento fundamental del espectáculo... Si el problema es que la fiesta de los toros no interesa a nadie... Si el problema es que todos los que de ella viven han permitido que la decadencia se haya instalado en su seno con grave peligro de que la enfermedad sea irreversible. Si el problema es que parece que todo el que se acerca al negocio taurino lo hace con el único objetivo de ganar dinero rápido...

El enemigo está en casa; son los taurinos los que se sirven de la fiesta para sus intereses. Ellos, con la colaboración necesaria de las autoridades, son los culpables de que un animal fiero y poderoso sea hoy una masa informe y moribunda que rueda por los suelos. Ellos son los responsables de que el aficionado huya de las plazas, cansado de tanto fraude y aburrimiento".

Andrés Verdeguer se ha movido intensamente desde sus Cornadas para Todos, recopilando artículos y contestando alguno como el mediocre publicado ayer en El País u otro del antitaurino Público, y en otros medios donde ha podido como en Factual, periódico digital recientemente estrenado, donde ha escrito un artículo 'Seny' y respeto donde defiende la Fiesta con los argumentos propios de aficionado y profesional pero ante todo de una persona joven que no quiere que se coharten sus libertades y las de los demás. Copio el final del artículo:

"Así, en manos de los actuales miembros del Parlament de Catalunya, sobre todo en las de los dubitativos diputados de CiU y el PSC, está la posibilidad de acabar con las corridas de toros y, al tiempo, negar  su cultura y el respeto a los que de su afición han hecho una forma de ser (aficionado), pensar (la ética taurina), vivir (la verdad de la fiesta), sentir (el toreo), creer (en la bravura) y amar (al toro bravo por encima de todo).

No hay más. O prohibir, abolir, reducir la libertad e imponer el pensamiento único; o utilizar el seny –sentido común– y practicar el respeto. Es así de simple."

También desde Cornadas destaca un artículo de Joan-Pere Viladecans "La catalanidad de las fiestas de toros" publicado en El Periódico:
"¿Es difícil tratar de la fiesta con sensatez? Mucho, pues, queramos o no, la tradición, la cultura, el ritual de la corrida de toros lo llevamos todos en la sangre, en la memoria, en los ancestros. Aunque duela, estamos habitando desde hace siglos en la piel del toro, La pell de brau de Espriu. La corrida no es más que una metáfora de la vida, con su sublimación, crueldad, miedo y la constante presencia de la muerte. Esa muerte que queremos ignorar, como ya ignoramos la enfermedad y la vejez. Vivimos en tiempos de corrección social, de democracia tutelada y de sumisión a una mercadotecnia anestesiante. Y la fiesta es un arrebato de pasión, de brutalidad estética y un despilfarro de misterio; nada que ver con la realidad virtual que nos cerca. De ahí el difícil encaje de las fiestas con toros en el mundo actual. Los toros son incorrectos, es cierto, pero no hay nada más incorrecto que la muerte y la verdad. Es posible que los aficionados seamos incivilizados. Pero ¿quién dictamina en este mundo global, despiadado y desquiciado lo que es civilizado?"

No se ha podido conseguir lo de hoy pero hay que seguir luchando con "seny y respeto"pero no sólo contra los "antis" o abolicionistas sino también contra los pelagatos y sacaduros de algunos taurinos, por que como decia Domingo Dominguín: 
"Los toros son un espectáculo brillante en manos de mediocres. El fútbol, lo contrario".

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