Corrida del día de la Verge dels Desamparats. Mano a mano ganadero entre Miura y Victorino Martín para los matadores Angel de la Rosa, Juan José Padilla y Manuel Jesús 'El Cid'.
Tarde que climatologicamente se inició gris y plomiza para acabar con sol, con algo más de media entrada especialmente en los tendidos de sol, con alta presencia de turistas, no en la sombra donde se llena más cuando aparecen las figuritas por que esta tarde no acudieron ni los abonados de las contrabarreras, por supuesto poco color de colorín y politiquillos que a estas alturas están en otras cosas.
La presidencia ostentada por el señor
Moreno en su línea, permitió que se lidiaron dos inválidos, que un señor se paseara tranquilamente por el ruedo saludando a un matador y al respetable, siendo condescendiente en la concesión de trofeos para que todos estuvieran contentos.
La corrida se inició con 3/4 de retraso por el encharcamiento que presentaban las zonas de la barrera especialmente en chiqueros y patio de cuadrillas a causa de la tromba de agua que cayó 1 hora y media antes del festejo y por la desidia de haber dejado abandonadas la limpieza de los desagües que se encuentran en esas zonas para aliviar posibles encharcamientos, con lo que tras el sainete correspondiente con paso de matadores, banderilleros, autoridades, productions y cámaras por el ruedo y tras descargar varios sacos de serrín se decidió dar el festejo, digno del nivel de Valencia.
La corrida siguió el guión como la climatología, al principio gris y plomiza para salir el sol y acabar con luz crepuscular. Porque en el nivel ganadero ganó
Victorino con dos toros diferentes uno de los antiguos del siglo pasado, corniveleto con poder y casta para tener que someter, y otro de los
new victorinos (o victorinos 2.0), enmorillado con culata, cuernos agapachados y que permiten el toreo sin apreturas al matador, y por que
Miura envió de Zahariche tres toros o algo así, mal presentados para lo que se puede esperar de esta divisa, 2 inválidos de solemnidad y el otro avacado, asfixiado, que iba y venía y dejó estar.
Angel de la Rosa, torero de pocas oportunidades pero mucha clase, despachó a su Miura un inválido con trotecillo cochinero en su andar por el ruedo, en el que pasó el trámite. Más suerte tuvo con el victorino que salió cuarto, toro bien presentado, que embestia con la cara alta pero que acabó humillando al someterlo en sus dos primeras tandas para volver por sus fueros al fallar el oficio y quedar el torero más a merced del toro, lo pasaportó de estocada trasera que le valió una orejera paisanera.
Padilla que tiró de repertorió marca de la casa, buscando el aplauso del respetable, con gritos y zapatillazos en los cites, poco pudo hacer con su victorino un toro parado y que no se empleo, para en su miura que iba y venía practicar el destoreo más raplón y dicharachero, aplaudido por los que todo vale, con una pinchazo y estocada con derrame cortar una orejita de las que se suelen dar por estos lares.
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El Cid' nada pudo hacer en su miura, un inválido que tenía que haber sido devuelto, aunque tampoco iba sobrado de motivación y ganas, para enfrentarse con el victorino toreable con un pitón izquierdo de premio, con dos primeras tandas de naturales marca de la casa pero desinflarse a partir de la tercera y quedar en tres series vulgares con la derecha, una pena con un toro de 2 orejas clamorosas, pero como aquí todo se premia obtuvo otra orejita tras estocada trasera y efectiva.