'Alabado sea el ilógico mundo de los toros, mosaico de sorpresas y contrasentidos.' Clarito
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jueves, 31 de diciembre de 2015
martes, 29 de diciembre de 2015
domingo, 27 de diciembre de 2015
Luis Francisco Esplá habla en Banderillas Negras
Vía: Banderillas Negras por @MILINKO
En Francia los toros que van a ser lidiados se anuncian en noviembre, diciembre y enero. Nada más acabar la temporada se pone en marcha la maquinaria y lo dan como un acontecimiento. Un acontecimiento como decía Tierno Galván. Los toros son un acontecimiento como pueden ser las romerías y con tal categoría el público no sabe ni por qué acaba estando allí. Si todo se banaliza, si no se pone cariño... con el tiempo, la gente acaba dando la espalda.
Antes mataban las figuras las duras porque aparte del dinero necesitaban crear tensión en el público para que no bajaran sus honorarios. Ahora considero que hay un compadreo donde lo mejor es no molestarse.
No quieren complicarse la vida. Se ve el clima en los callejones. En mis principios los callejones eran trincheras, nadie sonreia, estaban de mala leche, estaban en lo suyo. No se lo tomaban a cachondeo. Ahora parece que van a hacer el paseillo en la pista de un circo
La globalización del mundo cala en el toreo. Esto ocurre en el arte y en todo. La variedad parece un insulto a la evolución en el arte, en el toreo y en cualquier disciplina. Estamos uniformando criterios y eso es muy malo.
Queremos el toreo perfecto. La perfección tiene un componente, aniquila la emoción.
Con un toro sin problemas tiene poco sentido lidiar. ... El domador doma leones pero si vienen domados los pasea.
Esta sociedad le cuesta intelectualizar aspectos de la vida como la música clásica donde hay que invertir tiempo y oido. En el toreo hay que invertir en oido. Se busca inmediatez, se acaba el rito de buscar y todo se quiere inmediatamente. Todo suma y sigue.
El verdadero torismo es el rendimiento del toro, que trate de poner en evidencia al torero, me da igual que pese 350kg que 600. Al pseudo-torismo le ocurre igual, se basa en la apariencia.
jueves, 24 de diciembre de 2015
miércoles, 23 de diciembre de 2015
Pepe Luis Vargas: “El nuevo aficionado es más peligroso para el toreo que los antitaurinos”
Foto: Cultoro |
Vía: El Rincón Taurino
En estos tiempos “modernos”, hasta “el aficionado actual a cambiado para mal”, la grandeza del toreo es como si ya no la vieran o les diera igual, que ahora se halla perdido la pureza, la verdad del toreo, la personalidad y aplauden o defienden los ventajismos de torear sin cruzarse, con la pierna atrasada, escondido el torero tras la cadera, echando al toro para afuera y pasándose al toro muy distanciado, sin ceñirse con el toro.El toro se ha quedado por exigencias de los toreros actuales, sin casta, ni codicia, ni con la repetitividad de antes, se ha buscado al toro que no moleste, docilón y para hacer todos la misma faena, están acabando con el arte de torear, con la emoción y la verdad. Estos nuevos aficionados son más negativos para el Toreo que los anti taurinos, porque ellos si pueden acabar con el Toreo permitiendo estas desastrosas mutilaciones que se le están haciendo al arte de Torear… Están acabando con la emoción y la grandeza de Fiesta de los Toros…Pepe Luis Vargas
martes, 22 de diciembre de 2015
domingo, 20 de diciembre de 2015
In memoriam Pepe Limeño
José Martinez Ahumada "Limeño", D.E.P. |
¡Descanse en Paz, Maestro!
Foto: Cornadas para todos |
miércoles, 16 de diciembre de 2015
'La profanación de Ceret' por Dominguillos
Vía: Dominguillos
Recientemente hemos escuchado a Manolo Molés diciendo
que andan mirando la posibilidad de televisar la feria de Ceret, de
cuadrar el calendario laboral de su equipo técnico para poder ofrecer
este ciclo. La noticia me cayó como un jarro de agua fría. No estoy
especialmente en contra de las corridas televisadas, pero si hay un
lugar que no se presta a las trivialidades de la caja tonta es Ceret y
su feria torista. Esta pequeña plaza situada en la falda del Pirineo
Oriental, cuyas primeras estribaciones se observan desde algunas
localidades, es un lugar mágico para el aficionado a toros, y perdonen
la cursilada del adjetivo, pero es la definición más certera.
Aficionados llegados de todos los rincones del orbe peregrinan hasta
Ceret a fin de reencontrarse con su fe, igual que los devotos caminan
hasta Santiago de Compostela en busca de su verdad interior. No resulta
complicado toparse con colombianos, mexicanos, italianos, alemanes,
ingleses y, por supuesto, españoles y franceses. Aficionados selectos,
entusiastas del auténtico toro de lidia, se concentran en unos tendidos
que, como todas las plazas con encanto, obligan a pagar el tributo de la
incomodidad. En pocos lugares se da el caso de que la inmensa mayoría
de los asistentes sean verdaderos aficionados, de ahí que las reacciones
por los avatares que surgen en el ruedo sean inimaginables en el resto
de plazas a las que estamos acostumbrados. Verbigracia Madrid, donde
hubo un tiempo en el que los aficionados superaban en número al público
ocasional, pero estamos hablando de hace muchos años, seguramente
décadas. El toro es el eje, y para que un ejemplar sea arrastrado entre
honores es condición sine qua non cumplir en el tercio de varas
como corresponde a los de su estirpe; siendo que se valora con más
estima el avisado que pone a prueba el valor del espada en cada lance
que el almibarado que se presta a faenas largas, porque allí lo que
interesa es el toro y no la mona. Hay un equilibrio cuasi perfecto
ponderando lidia y lidiadores, a veces benevolente, a veces severo y, de
vez en cuando, surge alguna voz sarcástica e indolente que recuerda a
los de abajo quiénes son los que mandan. Se cuida hasta el mínimo
detalle, hay vestimentas regionales, se exhiben los toros, se anuncian
los caballos, tertulias... y todo ello aderezado por la banda
tradicional, la Cobla Millenaria, que proporciona a la corrida un aura
inconfundible. El rito llevado a su punto culminante.
Ceret es un pequeño rincón soñado por el aficionado y, llegados a este
punto, entenderán que no es de recibo que la televisión profane uno de
los lugares que cuidan con más esmero la fiesta de toros, que lleguen
allí Molés y su corte a hacer de Ceret una cosa banal, rompiendo
nuestras ensoñaciones. Los toros son un espectáculo que solo se puede
percibir en su totalidad in situ, la vida del hombre está en
juego, y la televisión no hace otra cosa que mixtificar. La mejor feria
torista del mundo no merece las sandeces de David Casas y Caballero, ni
que llenemos las redes sociales de comentarios cainitas. Como en los
templos monumentales, las cámaras y las grabaciones han de estar
vetadas. El que quiera vivirlo que vaya. Y aunque no pueda ir, aunque me
ahorre dinero viéndolo en el sofá, que se quede sin emisión, prefiero
que los aficionados me lo cuenten en sus crónicas. Dirán que peco de
romántico, que hay dinero en juego, ¿pero acaso hay mayor romanticismo
que el encarnado por la ADAC durante todos estos años?
domingo, 13 de diciembre de 2015
"Si la corrida desapareciese, el toro bravo moriría también, y con él, una herencia genética incalculable"
Publicado en Toro, torero y afición. Vía. Tierras Taurinas
Los defensores de los animales pretenden acabar con la Fiesta con el fin de salvar al toro, cuando, muy al contrario, acabarían con la especie, la cual sobrevive gracias a la corrida. Cada año, miles de millones de animales salvajes desaparecen, así como numerosas especies a causa de la destrucción de sus ecosistemas de manos del hombre. Cada año, 3 millones de animales domésticos son matados o castrados en Europa para la comodidad de sus dueños; 11 millones son sacrificados para la experimentación farmacéutica; 36 millones para utilizar su piel y mil millones para nuestra alimentación. Y mientras la sexta extinción en masa de las especies ha comenzado, menos de 1.000 toros se lidian al año en las plazas francesas, y 30.000 en España. La corrida es el símbolo de la gestión respetuosa de una especie en su medioambiente. Una ínfima proporción de los hatos se envía a las plazas. Gracias a esta toma reducida, la inmensa mayoría de las cabezas se utiliza para mejorar la especie, respetando su vida salvaje y apartando toda domesticación. La muerte del toro en el coso es la condición para que la especie sobreviva: menos rentable en carne o leche que otros bovinos, su bravura es la que permite que se perpetúe. Si la corrida desapareciese, el toro bravo moriría también, y con él, una herencia genética incalculable.
miércoles, 2 de diciembre de 2015
'El odio antitaurino de joan ribó choca con la realidad cultural de l'horta ...' por Andrés Verdeguer
Tio Canya, ja ens han tornat a furtar les claus de casa. Mira qui ha sigut... |
Las polémicas declaraciones de Joan Ribó hoy en la Cadena Ser han encontrado respuesta rápida por parte de miembros de su propio gobierno, alcaldes pedáneos y también desde la empresa de la Plaza de Toros de València. Ribó ha demostrado con sus palabras que sería capaz de gobernar desde el autoodio a la diversidad cultural y festiva del pueblo valenciano, a favor de la discriminación, desde la ignorancia del totalitarismo antitaurino.
Además, las inoportunas palabras de Joan Ribó contra la cultura taurina llegan en una semana en la que la estatua de Manolo Montoliu y la sede la Escola de Tauromàquia de València ha sido atacadas de manera incíca. Pésimo ejemplo pues del alcalde de la ciudad a favor del civismo, el respeto y la diversidad; más bien las palabras de Ribó tienden a sembrar odio y división.
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