23/09/2024
El sábado pasado volvió a darse en Algemesí ese milagro que como la sangre de Pantaleón sucede todos los años. Su Setmana de Bous o como el pueblo, las clases populares, son capaces de organizar una semana completa de festejos taurinos, de novilladas, ese suceso polstergeit que tan pocas veces sucede en el orbe taurino, a los que las grandes empresas, los que realmente se los llevan, tan pocas veces ayudan o colaboran cuando no desprecian.
Se les puede poner en el debe muchos planteamientos, se le puede poner en el haber muchos aciertos, pero haber quien es capaz de montar una plaza de meadera en medio de la plaza mayor y organizar 9 festejos en los difíciles tiempos que corren para la lírica. Por ello un año más asistiremos algunos festejos dejando patente nuestro compromiso con la Fiesta, que no es otro que pasar por taquilla pagando nuestra entrada, ese acto tan evitado por muchos que se denominan aficionados.
Los dos primeros festejos nos han dejado patente que en el escalafón novilleril hay auténticas promesas, pero que también hay mucha paja. También que pecando de excesiva comodidad por delante, ha habido novillos con trapío y los que es mejor con comportamiento para dar excelente juego pero que una vez más no se han sabido aprovechar.
Destacable para servidor la posible recuperación de los Cebada Gago con dos novillos de excelente nota que hubieran merecido de haber sido lidiados de otra manera sendos pañuelos azules.