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viernes, 16 de marzo de 2012

La variedad entretiene



6ª del abono de la feria de Fallas. Toros de Alcurrucén, bien presentados, con cuajo y trapío, de variados comportamientos, para los matadores Curro Díaz (silencio y oreja), Matías Tejela (oreja y ovación) y Alberto Aguilar (silencio y silencio). Con asistencia de público de casi media plaza. Preside el sr. Juan Moreno.


Entretenida fue la corrida de Alcurrucén por la variedad de comportamientos que tuvieron los seis toros bien presentados, que en ningún momento propiciaron el bostezo ni la atonía, siempre hubieron matices que apreciar   durante las dos horas y cuarto que duró el festejo. Con este comportamiento variado y diferente pero siempre teniendo que torear y con cierto sentido se entiende porque los gediez no los quieren ni ver en pintura. Todos recibieron más o menos en varas, tras pasar el tercio de banderillas sin muchos aprietos, llegaron a la muleta con bastantes posibilidades exceptuando 3º y 6º que sacaron más dificultades.
La nota más negra de la corrida fueron dos grupos de indocumentados que ayudados por el exceso etílico se dedicaron a vocear y a cantar al final de la corrida especialmente cuando un chaval se la estaba jugando con un toro con peligro.

Curro Díaz, torero de los que siempre esperas algo, dejó un buen sabor firmado con su sello personal de torería de pellizco con Castañuelo, un toro con la embestida franca en la muleta, y al que el matador hizo una faena pinturera con una trincherilla que era un cartel de toros, con buenas tandas al natural, con el pero de estar  algo despegado sin arrimarse en demasía, tras una estocada sui generis, se llevó una oreja de peso en el esportón. Con el que abrió plaza, Pianero, castaño girón, que apretó en varas y ahí acabó, Curro Díaz pasó el trámite ante un toro con ninguna movilidad.

Más de lo que el se espera hizo Tejela en su primero Relamido, también recibió en varas, llegó al inicio de faena sin emplearse pero el matador lo fue metiendo en el canasto y llegó a embestir con la cara abajo aunque siempre a arreones que supo aprovechar Tejela, mostrando mejor cara que otras ocasiones, tras una estocada trasera y desprendida corto un ápendice. En su segundo Chalinito, con una embestida sosona pero aprovechable, Tejela estuvo en Tejela, toreo despegado sin confianzas, mantazo va mantazo viene, siempre desconfiado por que el toro dio algún paroncito en los inicios de faena.

Mala suerte tuvo el que le sacó la bolita en el sorteo a Alberto Aguilar, que pechó con el peor lote con más dificultades y ante los que demostró su valor y saber estar en toros difíciles. Actitud tuvo toda la tarde entrando en quites, colocandose en el sitio en las faenas y aguantando miradas complicadas de los bureles que tuvo que torear. Con Arquero, un toro hondo y serio, que desparramba la vista durante toda la lidia, siempre sabía que se dejaba algo, se lo llevó a los medios donde consiguió sacarle buenas tandas de naturales por el izquierdo el pitón más potable. Cerró plaza Bandurrio, muy serio y cuajado, todo un tío, que se fue quedando corto por los pitones mostrando genio, le costaba embestir, buscando lo que se dejaba detrás, siendo complicado, Alberto se puso en el sitio para justificar su presencia con honra.

Paco Cano, genio y figura, el primero en pisar el albero

Curro Díaz y Pianero

Una vez más, Tejela y su oreja

La disposición de Alberto Aguilar y las defensas de Arquero

Torería con el pañuelo fallero

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