Cada vez como es evidente nos cuesta más ponernos delante del ordenador a escribir, quizás sea porque la afición intacta le pesa demasiado la situación de la Fiesta, quizás sea por obligaciones personales aunque estas nunca han faltado.
Una año volvemos de Ceret, pueblo catalán ubicado en Francia, por lo
tanto libre de prejuicios y quimeras político animalistas. Santuario de
la suerte de varas, más en otro tiempo, va cayendo por los avatares de la
modernidad, a pesar de la resistencia de aficionados y algún (rara avís)
profesional como Gabín Rehabí, o casualidad un ciudadano francés porque por la mayoría de españoles se lo cargarían en un momento.
Como pasados unos días las críticas y comentarios no han faltado, haremos una síntesis de lo sentido y de lo recordado.
De la de Miura, una corrida plana, con brochas en los pitones, previamente avisado por megafonía, destaca un sobrero de Yonnet, al que se enfrentó dignamente Octavio Chacón.
De la novillada de Raso de Portillo, se vivió el momento más emocionante de la feria, con el sexto novillo tanto en la suerte de varas excelentemente interpretada por Gabín Rehabí y un novel novillero, verde pero muy valiente y con las ideas claras para pisar el sitio.
De la corrida de Saltillo, sin gran pelea en varas y muy aplomados en el tercio de muerte, salió el manso complicado que puso a todos en su sitio y en el que Gómez del Pilar casi pudo con él.
De la tan cacareada corrida de Escolar, sin ser un dechado de virtudes, pasó sin mucha gloria por los matalones de la cuadra sevillana, destacaron los 3 últimos, el cuarto se dejaba y Aguilar dejó los mejores momentos de la feria con la izquierda, el quinto la alimaña de la corrida, donde Robleño dejó sus muestras de torero lidiador metiendo en el canasto a un toro difícil, y en el sexto un toro que no apretó en varas, muy pronto a los cites, que iba a más, toreado muy por fuera, en un tono menor aunque había que estar allí por el pitón derecho ya que por el izquierdo pasó inadvertido, tras buena estocada cayó sin puntilla y provocó el premio posterior.
Todo esto es lo visto en el ruedo, detalles, momentos, sensaciones que es de lo que vive un aficionado, si así me puedo considerar, pero será por la magia de estas montañas pirenaicas, uno se lleva siempre el regusto de estar acompañado por muchos aficionados, muchos españoles, que buscan saciar su sed de pureza y verdad por estas tierras, aunque cada vez cueste más.
Hoy comienza la otrora exitosa feria de julio de Valencia y con ello volveremos a la triste realidad del triunfalismo barato y a las tropelías de los taurinos comandados por el produgtor y por el chico de la chaqueta. Es lo que hay.
Para finalizar dejaré un frase muy aclaratoria y veraz de mi amigo y compañero de aventuras taurinas Adolfo:
"Busco la pureza en un mundo prostituido". Así nos va..
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