I
Otra tarde mas me dirijo con el metro a los toros, como
todas las tardes a esas hora que hay festejo despide ambiente taurómaco, con esos aficionados prodecentes de l'Horta Nord que luchando contra sus propias trabas
físicas propiciadas por la edad vuelven una tarde mas a la plaza. Pero
para sorpresa estos últimos años los están acompañando chavales jóvenes, de pocas
primaveras, que se han enganchado a esta santa afición gracias al toro en la
calle.
Esta tarde me llama la atención, cuatro chavales y una chica
de diferentes edades, hablando los dos mas jóvenes no llegaran a los 20,
que ellos fueron los que pararon a un miura en las fiestas de su
pueblo, que ellos lo eligieron, el trapío que tenia, y como otros
eligieron un cuadri, otros un torrestrella. Estaba encantado
escuchándoles con que naturalidad lo contaban, entre otras cosas porque
servidor no se pone delante ni de un choto capón, preguntandome que pensaran con lo que ven a veces en el ruedo, a ellos mas que el bajatú, será el ¿bajo yo?
II
Van saliendo uno a uno los jandillas, pronto sacan la
lengua, pronto se desfondan, unos antes otros despues, genuflexiones
sobre la arena, con sus culatas regordias, con sus caras aseadas, con su
escasa pelea en varas, con su poca transmisión, su poca casta, su nula
raza, su escasa sensación de peligro y la ausencia de emoción en la
plaza.
Ante ellos un David Mora con mucha voluntad pero perdido
por el albero en el cuarto, desperdicio al primero, quizás el mas
'colaborador' de la tarde.
Un Paco Ureña que mostró el concepto del toreo clásico,
el mas puro pero en tono menor, mejor en su primero, sacando lo que no
tenía al quinto en los medios de la plaza.
Un Javier Jiménez, al que no pude ver en sus faenas de
Madrid, pero no creo que tuvieran que ver el pegapasismo que nos pego
toda la tarde salvándose en dos ocasiones con el sexto, desde
el recibo a portagayola hasta el inicio de su faena, queriendo lucirse
cuando había que torear.
Una tarde en la que nos falta algo, o nos falta mucho, otra tarde más.
III
Veo como una tarde mas la música se convierte en
protagonista, cuando su función es la de acompañar, amenizar la faena.
Pero aquí ya se sabe, cada tarde una banda quiere lucir palmito, cada
tarde los productions buscan el triunfalismo con el acompañamiento
musical, y allí tienen a la chica rubia de la música que al mínimo trapazo
ordena que arranquen. Aunque esta tarde el tarugo del director quería
erigirse como protagonista, haciendo los solos de trompeta desafinando y
para mas inri saludando mientras un hombre se juega la vida. Debería ser propuesto para sanción por
mequetrefe.
IV
A la salida a muchos aficionados les ha gustado la
corrida, especialmente algunos toros, y a uno se le queda cara de estar
en otro festejo, o de sentirse mas alejado de esta fiesta del toro que
viene y va, que no aguanta dos picotazos, en fin ...
V- Epílogo
Cuando acaba el festejo a servidor solo se le ha quedado un recuerdo en el hipocampo, el puñado de veronicas de
Ureña a su primero, han parado el tiempo sin barnillazos ni estruendos.
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