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sábado, 19 de mayo de 2012

'Domingo Navarro perdió la ilusión' por Antonio Lorca

Foto: Ignacio Tena

Vía:  El País (Cultura)
Pero, ¿quién es Domingo? Pues, nada más y nada menos que un torero, muy reconocido por los buenos aficionados que distinguen al vuelo el misterio de la torería. Nunca vistió de luces; ni fue novillero ni pretendió ser matador. Su ilusión desde muy joven fue ser banderillero, y durante 20 años ha sido el tercero de la cuadrilla, el más humilde, el que no lidia, el que guarda la puerta con el picador de reserva, el que banderillea un par en cada toro y ejerce de puntillero. Y ahí, en ese segundo plano, sin oro ni brillo, Domingo Navarro ha sido un torero excepcional, una figura indiscutible, que ha manejado el capote con deslumbrante solvencia; ha colocado banderillas con oficio y galanura, y con general acierto ha utilizado la puntilla. Pero hay algo más: el misterio de Domingo ha sido siempre su perfecto sentido de la lidia y su inteligente colocación en el ruedo; siempre, siempre presto a ese quite imperceptible que evita el percance inoportuno. Domingo ha sido siempre un seguro de tranquilidad para su matador y todos sus compañeros. Nadie como él ha sabido estar en todo momento en el lugar justo que exigía la lidia de un toro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amigo Montesinos, es una tontería mutilar el texto de A. Lorca. Así como lo publica usted, el artículo no tiene pies ni cabeza.
El enlace, por si quiere ser un poco profesional en su blog: http://cultura.elpais.com/cultura/2012/05/18/actualidad/1337368449_675845.html
Atentamente, Lupi Flamingo.