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domingo, 11 de septiembre de 2011

Mucha arena y muy poca cal


Donde la cal no la ha puesto ni los novillos del mismo nombre ni los novilleros que más bien han aportado arena. La cal la han aportado los miembros de la Comisión Taurina de Andorra que a pesar del escaso miembro de sus componentes han aportado seriedad, esfuerzo y trabajo para organizar dos novilladas en la villa minera de Andorra.

Donde con casi medio aforo del coso de Andorra en tarde calurosa pero con un vientecillo que la hizo soportable,  se han lidiado, es un decir, 6 novillos de Prieto de la Cal muy bien presentados con trapío de plazas de más categoría de diferentes pelajes pero sin casta, sin fondo, sin poder, mansos, con escasas fuerzas propiciando un festejo deslucido especialmente para los aficionados que vamos a buscar el toro que se sale del monoencaste pero que acaban cayendo en los mismos o más defectos de aquellos, llegando a aburrir porque los novillos ante todo eran aburridos.

Capitulo aparte hubiera sido si los novillos hubieran sacado casta, raza o poder y hubieran tenido que recibir una lidia adecuada y mandona, como hubieran reaccionado unos novilleros con poco o escaso poder en sus esportón y unas cuadrillas mermadas en el número de sus miembros y con poco bagaje para torear a unos novillos con diferente comportamiento.

Alberto Gómez, novillero con varios años de bagaje, con los mismo defectos que presentaba desde su debut pero acrecentados por la falta de festejos.

Imanol Sánchez fue el que al final se llevó el novillo con más movilidad y algo de transmisión Felino, supo aprovechar las ganas de fiesta del público cortando varias orejas que en ningún momento reflejan lo que sucedió en el ruedo, debiendo replantearse el querer banderillear sus toros y la manera de entrar a matar un tanto arriesgada que puede traerle algún problema.

Iván Abasolo, que es de Orduña se llama Iván pero no se apellida Fandiño, en ningún momento supo estar en la cara del toro, con demasiado movimiento y poca firmeza.

Plaza de toros de Andorra, novillos de Prieto de la Cal descastado y mansos, parados exceptuando el 5º con algo de movilidad para los novilleros Alberto Gómez (saludos y silencio), Imanol Sánchez (oreja y dos orejas) e Iván Abasolo (silencio y silencio).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los buenos se lidiaron en trillo.
alvaro