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miércoles, 9 de junio de 2010

A Pamplona no quieren ir


"Si existe la etiqueta de "torero de Madrid" o "torero de Sevilla", se puede conceder a Antonio Ordóñez la de, entre otros títulos, "torero de Pamplona". Hasta que en 1991 Ruiz Miguel batiera su récord, Ordoñez fue el torero del siglo XX más fiel a la feria de San Fermín. Toreó 33 veces."
Crónicas taurinas, Jacques Durand
Pero su nieto el chico de Armani, bisnieto del Niño de la Palma, hijo de Paquirri (cuyo nombre va a mancillar su primogénito), no esta por la labor ..., junto a otras figuritas de pitimini  no están por la labor de ponerse delante de toros en puntas, con trapío, corridos en el encierro, delante de la algarabía de las peñas, demasiado compromiso para lo que necesitan en su carrera taurina.

No los busques, ni los esperes en la Feria del Toro de Pamplona, ¿será por ser el Toro con mayúscula?:

 Ponce: Pocos compromisos

  
Morante: No para los relojes de Pamplona

 
Cayetano: Pamplona no tiene glamour, ni pasarelas
Luque: Puede agradecer a sus apoderados una temporada errática

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y estos se dicen toreros?,¿estos son los héroes a los que no se les puede criticar so pena de caer en la temida "falta de respeto"? Nos están tomando por tontos.
Así es la fiesta moderna y sus figurillas: ¡una verguenza!
Entrada para enmarcar.
Marco

Enrique Martín dijo...

A estos y otros muchos le faltan dos cosas, una la afición u otra el orgullo de ser y sentirse toreros, lo que hace que no vivan como tales y que lo contemplen como una profesión como ingeniero, maestro, tendero, médico o conductor de autobuses.

franmmartin dijo...

Lo que más jode, es que a ésta banda de mequetrefes no se les pueda decir claramente lo que son sin que sus fans y lameculillos entren en estado catatónico, con desmayos improperios y espuma boquinera incluídas,cuando son todavía más mequetrefes que sus idolillos que ya es ser.
Lo de ésta caterva de "soldaditos de plomo" ,osease figuritas, es para mandarlos "allí" a ellos y a la pantomima que representan, para siempre.
En camino estamos.