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domingo, 3 de agosto de 2014

'Se nos fue Julio...' por Antolín Castro

Se nos fue julio… pero no sus consecuencias. Un mes de toros, de toros de verdad en varias plazas y, consecuentemente, de toreros de verdad.

Por eso julio se va… dejando consecuencias que dicen a las claras que debemos seguir defendiendo el toro íntegro y el toreo auténtico. Dignos representantes de ambos se han podido ver durante este julio que acaba de terminar. 



1 comentario:

Anónimo dijo...

En este blog que dirige Paco Montesinos “División de Opiniones” he querido dejar mi comentario que evidentemente creara una más que discutida DIVISION DE OPINIONES.

Esta relacionado con una carta de Fernando Claramunt López al profesor Andrés Amorós. Donde el crítico taurino de ABC, escribió “Una lamentable decisión del Ayuntamiento de Gijón ha negado el permiso para la clase de toreo de salón, para niños, que iba a dar Miguel Ángel Perera, en la playa de San Lorenzo, el martes 12, a las 11 de la mañana. Sólo la cobardía ante las posibles protestas de algunos antitaurinos explica una prohibición tan absurda.

El Sr Claramunt en su atenta carta entre otras cosas dice: "Te felicito por tu comentario sobre la increíble prohibición de que los niños de Gijón vean torear de salón a un diestro de categoría que tanto ensalza nuestra fiesta española. ¿Han encontrado peligrosa para los bañistas o para los niños la media verónica, la gaonera o la chicuelina?”.

Y esto que pongo a continuación es lo que escrito yo y que parece no haber gustado nada.

Me parece que se le está dando demasiada importancia a la decisión de la alcaldesa de Gijón por la postura tomada con la prohibición de las clases de toreo infantil. Habrá que decir para hacer honor a la verdad que todas las críticas vienen por partes interesadas, o lo que es lo mismo, por aficionados de gran prestigio taurino.

Me parece muy bien que D. Fernando Claramunt en su terraza frente al Mediterráneo en la playa de San Juan en Alicante, toree todos los días con sus nietos hispano-alemanes, y que se familiarice con la media verónica, la gaonera o la chicuelina.

Pero igual que “No sólo de pan vivirá el hombre”, tampoco del toreo vivirán los niños en el futuro.

Creo que es más importante que a los niños desde sus más tiernos años se le de una instrucción religiosa. Debe serles dada no con espíritu de condenación, sino con un espíritu alegre y feliz. Las madres necesitan estar en guardia constantemente, no sea que la tentación llegue a los niños en forma que no la reconozcan. Los padres han de proteger a sus hijos con instrucciones sabias y placenteras. Como los mejores amigos de estos seres inexpertos, deben ayudarles en la obra de vencer, porque para ellos el ser victoriosos significa todo. Enseñadles que la obediencia a Dios entraña obediencia a los padres. Esta debe ser una obra de cada día y hora. Padres, velad, velad y orad; y haced de vuestros hijos vuestros compañeros.

Importante en la buena educación de los niños es saber aplicar la “tolerancia”, ser tolerantes en la relaciones con sus amiguitos y familiares.

Ser tolerante es lo mismo que ser respetuoso, indulgente y considerado con los demás. Es una cualidad personal que se define como el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás, aunque sean diferentes o contrarias a las nuestras. Ser tolerante es ser condescendiente y permisivo con alguien a causa de las circunstancias que medien, es no impedir que haga lo que éste desee, es aceptar y admitir la diferencia o la diversidad. Para que los niños establezcan buenas relaciones con su semejantes, es necesario que aprenda a ser tolerante desde muy pequeño.

La tolerancia juega un papel muy importante en las relaciones de los niños con sus iguales y con su familia. Es importante que ellos escuchen las ideas y las opiniones de sus amiguitos, que acepten sus criterios aunque sean distintos a los suyos, y que consigan ponerse de acuerdo con sus compañeros durante un juego, en alguna actividad o en un aula. La tolerancia les ayuda a que tengan una buena integración en un grupo o equipo.

Saludos

Federico Navarro