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domingo, 22 de mayo de 2011

Pongamos que hablo de Madrid

¿Premonición? 
 Foto: Blog de Manon, Juan Pelegrín

Mucho y variado ha sido lo que se ha escrito y dicho sobre lo acontecido estas semanas por las Ventas del Espíritu Santo. Un servidor tan sólo se informa por la blogosfera, no lo ve en televisión, como mucho algún vídeo de 'lo mejor' y tampoco, porque sigue sin emocionamerme cuando lo veo tras la pantalla aunque en el coso se haya creado un delirium tremens colectivo, tan sólo me muestra los defectos más que las virtudes.

Pero no quería hablar de los toros a través de la pantalla, aunque creo que mucho tiene que ver de la actual situación de la Fiesta los comentarios y opiniones de periodistas y profesionales que se sientan detrás del monitor de la cadena de PPV y de las autonómicas, haciendo creer que todo vale, que los toros mermados y bobalicones son fieras corrupias, que pegar trapazos, circulares, arrimones es torear, suelen tolerar estocadas caídas y traperas como correctas, cargar contra presidentes que quieren hacer cumplir el reglamento, perdonar todo a las figuras y cargar contra los modestos, y por supuesto, criticar hasta la saciedad a los toros de ganaderías que denominan toristas.

Porque por lo leído estos días, sabiendo cada cual del pie que cojea, casi todos coinciden en la caída de Madrid, tras varios años de intentos, que poco a poco han ido minando la afición y han aupado al público ocasional venteño a tomar las gradas para convertir la primera plaza del mundo en una más que se pliega al taurinismo imperante, con un palco con criterio menor tanto en las exigencias de presentación como en la concesión de trofeos ante la aparición estelar de las figuras, o de algunas.

Ahora ya queda menos, cada vez son menos los reductos donde se pueden apreciar los toros con verdad, donde los toreros se coloquen y se pueda ver torear, donde haya rigor presidencial para aguantar a los públicos populacheros que como la sociead actual se queden sólo en la superficialidad y la estética para abandonar la profundidad y la emoción. Pero el taurinismo seguira actuando haciendo desaparecer de las gradas al público en tardes que se anuncien toros con toreros modestos para llenar las tardes de los chochones con figuritas de pitimini. Esperemos que siempre nos quede Francia.

Por cierto hoy se anuncian los toros de Partido de Resina, los pablorromeros, esperemos que cumplan las expectativas por el bien del futuro de la Fiesta.

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