CHATA (II)

Tengo que confesar, que esta previa, la debía haber escrito la semana pasada, antes de mi viaje a la capital. Uno de mis defectos, que son muchos, es mantener la boca o el teclado quieto cuando estoy enfadado o he sufrido una puñalada trapera. La semana pasada estuve en unas jornadas, con presidentes y delegados de plaza, será motivo de otro comunicado, en las que  reafirmé la sospecha que tenia, algunos de los que están en la lista de los protaurinos, no son trigo limpio. De momento, respeto a los presidentes.

La gente buena de mí alrededor se extraña que me desplazara a una plaza de segunda, aunque sea a Madrid, con carteles que en mi tierra, Valencia y por prescripción facultativa, procuro no asistir. Todo tiene su explicación si nos remontamos en el tiempo, parece que fue ayer, después de mis estudios y recientemente desposado, un joven oficial del ejército español, aterrizó en destino en el Hospital Gómez Ulla de Carabanchel. Lo que parecía brillante porvenir se truncó, debido a las presiones familiares, maldito terrorismo, y desde entonces no había vuelto al lugar que dejó tanta huella en mi vida. La emoción, nudo en la garganta, pulso acelerado, ojos vidriosos... General Ricardos, calle Oca, la CHATA con sus Dominguines, su oportunidad, su encalado, el metro con sus pasquines de manifestaciones, de Leño, Barricada, ...  sueños irrepetibles e indescriptibles.
 
Emociones fuera, lo de los toros una tomadura, para mi, pero que cuenta con cada vez mas adeptos la cofradía de los maleables. Los señores responsables del evento, están forrados, son conscientes que en aras de promocionar, muchas veces una farsa, apelan al taurinismo y siempre pica alguien de los "fetén" que valida, todo vale con tal de sacar dinero al incauto dando gato por liebre. 

La seriedad en el toro debe ser exquisita, sea donde sea y más en Madrid. Debemos empezar a dejar fuera de la lista, los que rebajan el listón, según donde nos encontremos, cuando se hace, quien lo hace, como lo hace, tolerancia cero con los chorizos. Podemos comprender pero nunca avalar lo que afecta a la integridad del mundo del toro.
 
 Con estas premisas, importante limpieza económica de mi bolsillo, mucho ruido y pocas nueces. Si los toretes se comportan, como los infantes finiquitados por Herodes, sin decir ni "mú" y son capaces de repetir embestidas hasta 60 veces, es como en mi pueblo que vendían antiguamente el embutido por metros, el paroxismo orgásmico del personal puede llegar a límites no conocidos. 

Sorteó el de los trapitos, que mala suerte, los dos únicos que vendieron cara su suerte, pero los ángeles en forma de Joselito Rus y Carretero, que gran lidia maestro, se le aparecieron y minimizaron cualquier atisbo de tragedia, pero dando la impresión que su mundo es más de pose que de pase. Final de recuerdo feliz para D. José Antonio, por sus detalles, Miguel Ángel, por la mejor serie de la feria, no repitas los martinetes, por favor, y Alejandro por sus ganas.
 
Serie tipo vista este fin de semana en Vistalegre: me coloco siempre al hilo del pitón, distancia corta por supuesto, primer pase de prueba, tiro al toro para las afueras, pierdo uno dos pasos, segundo pase en la pierna retrasada y cuando pasa el lomo del toro me lo acerco y alargo el brazo, será pase profundo, trincherazo, pase por alto y otro por alto. Clamor popular.
Otra majadería que se impone circular al revés con cuatro o cinco paradas en fin como vemos feria de probaturas o consolidación de memeces. Hay que seguir probando y pagando.
Cuando la gente, poca, hace una mínima protesta la música a tocar. 
Madrid esta a punto de caramelo para su caída.

 LA DIGNIDAD NUNCA SE VENDE                                                                                 ADOLFO CAMPOS