Páginas

miércoles, 27 de julio de 2016

Canito, ¡torero!

Esta foto no tendrá más de 5 años, cuando el maestro Cano casi podía presumir de 100 primaveras. En una finca zaragozana, reodeado de buenos aficionados, el maestro no pudo resistirse a dar tres o cuatro muletazos, tirando la pata alante, con la panza de la muleta, vamos toreando.
La foto me la ha pasado Adolfo Campos, buen aficionado, uno de los afortunados de contemplar ese alarde de valor.

In memoriam Canito

Sit tibi terra levis

Nos ha dejado Francisco Cano Canito, (d.e.p.). Ahora podrá estar con todos sus amigos de aquellos años en que todo estaba prohibido pere ellos todo lo conseguían, Ernest, Orson, Lola, Antonio y muchos más, especialmente Ava, su eterno amor platónico, y Manolo, su torero que le hacia saltar las lágrimas muchos lustros después.

A feria de julio pasada


Pasado ya el día de San Jaime, en el que por cierto no hubo festejos, las tradiciones se pierden, es el sino de los tiempos, toca reflexionar sobre lo vivido por un servidor en su mini-mini-feriade julio, asistiendo a dos festejos, una novillada y la corrida de las duras que para eso uno tiene fama de intransigente y 'torista', dicho con todo el carácter despectivo cuando en realidad esta una fiesta de un toro, no de un sucedáneo, domeñado y dominado por un hombre con un par de arrestos.

De la novillada a estas horas nos acordamos de poco, si acaso que nos llegamos aburrir, mucho humo y poca paja, con un ganado de Santiago Domecq, en esa línea del tonto áspero, cuando las ganaderías no se definen, quieren entrar en el circuito y no están en la mano del ganadero, para una terna al uso, el local Cristian Climent, sólo diremos que sigue en descenso; Luis David Adame, con la lección juliana muy bien aprendida, formando parte del sistema; el chico de la empresa Andy Jounnes, que le sono la flauta en fallas y nos lo seguiremos tragando, y poco más...

De la corrida de Cuadri, podemos decir que sin ser buena, no nos aburrimos, base principal de una tarde de toros, hubo de todo, desde el noble sin fuerza que hizó primero, un 'toreable' segundo, un flojo que fue devuelto, el reservón que acaba entregándose, el parado con guasa y el toro que después de una lidia ínfame se pone imposible orientándose muy pronto, dejándo en evidencia que la torería actual, tanto matdores como cuadrillas no están preparados para lidiar a un toro con poder. A estos morlacos se enfrentaron una terna dispar, Rafaelillo, especialista en este tipo de corridas, y de los pocos del escalafón que pueden lidiar este tipo de toros, demostró una vez más que es lo hay que tener para ponerse delante de estos toros; Pascual Javier, al que más que una oportunidad era una puñalada trapera, estuvo digno y no se le puede pedir más a un chico que hace su segunda corrida en España después de 3 años de alternativa; Román poco acostumbrado a pechar en estas lides, dejándolo en evidencia en su segundo toro, tuvo en suerte, nunca mejor dicho, que fuera devuelto su primer toro, para saltar un sobrero de Algarra, con casi 6 años, que recibió dos exigues picotazos, para llegar a la muleta templadito y con tranco, donde Román estuvo valiente, en los medios, con tandas por la izquierda que no llegaron a ser redondas, para dar una tanda maciza con la derecha, siguiendo con un trasteó menos claro, tras una estocada tendida, cortó dos apéndices y el presidente por su cuenta le dió una vuelta al ruedo al toro más que incomprensible, o sí si tenemos en cuenta la guerra oculta que llevan ambos protagonistas desde el palco y el ruedo.

Así es como vimos la feria de julio de este año, con una panorama novilleril bastante plano, y como en las corridas que se salen del monoencaste, sólo son solvente los especialistas que pechan muchas tardes con ellas, los demás especialmente los jóvenes, dejan ver sus carencias.

Destacar también la humanidad del maestro Rafaelillo de dar una vuelta al ruedo con el chaval Adrián, es muy fácil hacer feliz a la gente si se quiere, nunca olvidare esas imágenes, grande Rafaelillo, como torero y como persona.

P.D.: Por diferente motivos dejaremos una temporada el blog, aunque ya lo tenemos bastante abandonado. Esperemos volver con más ganas y con mucho ánimo.


martes, 19 de julio de 2016

Pongamos que hablo de Ceret


De nuevo un año más nos hemos acercado a las tierras del Rosellón francés, donde tienen a gala reivindicar su catalanidad, donde se da esa maravillosa conjunción de vivir la fiestas del pueblo con la afición a los toros metida hasta la médula. No es casualidad que en una población de cerca de 7.000 habitantes se organice una feria donde se dan cita aficionados de muchas y diversas nacionalidades.

Dicen los que ya hace años que se dan cita un fin de semana de julio por allí que no es como antes, algunos te dicen que ni sombra de lo que era, que el nivel ha caído en todos los sentidos, que se va a menos, ... ¿cualquier tiempo pasado fue mejor? probablemente, pero creo que es el sino de los tiempos que vívimos, sólo hay que ver como la gilipollez humana que parece no tener fin, ahora se dedica a buscar muñecos virtuales por las calles aunque ponga en peligro su integridad física y lo que es peor la de los demás.

Esta feria nacida con polémicas y demasiadas aristas, con la entrada de los pseudo veraguas de Aurelio Hernando, que si aterriza por las arenes de Ceret el fenicio y su comparsa con las cámaras y cables de noseque plus, y como guinda el comportamiento de los saltillos (?) de moreno silva en Madrid, con ese negativo eco mediático de los de la tele. Al final acudimos aficionados, pero menos, de todo el orbe taurino, como no especialmente los franceses, con una actitud pienso que demasiado escéptica frente a la concepción de los carteles.

El resultado cual fue de alguna manera lo que se esperaba, unos pseudo-veraguas que fueron una mansada aplomada salvada por un saltillo de verdad de Miguel Zaballos, que puso los puntos sobre las ies y donde estuvo como había que estar Perez Mota; un Curro Díaz que estuvo en currodíaz; un Iván Fandiño, que esta desaparecido desde la encerrona; una encastada novillada de los santacolomas portugueses de Vinhas, con unos novilleros que dejaron patente como esta el escalafón, es decir, totalmente plano; unos saltillos de Moreno Silva, donde apareció toda la gama de morfologías de los santacolomas echando de menos la de saltillo, demasiada miscelánea, y con un comportamiento diversos pero todos con posibilidades, donde Fernando Robleño pasó de puntillas, Juan Carlos Venegas no se vió y se le fue el más 'toreable' de la corrida y donde Aguilar tuvo pundonor y arrestos para someter al natural a un toro encastado, con dos series por la izquierda con mando y profundidad, resultando un oasis entre tanta vulgaridad.