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viernes, 31 de octubre de 2014

Julián García en la Tertulia del Ateneo

 
Entretenida y amena la charla-coloquio que tuvo ayer en el Ateneo Mercantíl de Valencia, a cargo del torero Julián García, que estuvo más de una hora hablando y contando anécdotas y vicisitudes pasadas hasta poder llegar a ser torero y es que son otros tiempos, y las nuevas generaciones deberían escuchar estas vivencias, no como las historias del tío Cebolleta si no como lo que le ha costado a muchos llegar desde más que abajo, pero la incongruencia es que de chavales jóvenes ni uno, ¡pues eso!

Tras un respetuoso minuto de silencio solicitado por el creador de la Tertulia del Ateneo, sr. Mora, y las presentaciones por dos miembros de la misma, el sr. Coca, en calidad de presidente, y el sr Mora Jr., Julián García comenzó a rememorar su historia desde que saliera de una aldea de Albacete, su llegada a Valencia, y como con un positivismo y optimismo consustancial a su manera de ser, contó sus andanzas en el mundo del toreo especialmente sus comienzos.

Estas son unas perlas que dejó a lo largo de la charla, especialmente con las preguntas de los asistentes:

"Madrid sin el 7 sería una plaza más"
"Nunca he tenido miedo al toro si no a los compañeros".

"Se torea mejor que nunca, el toro es más grande que nunca, pero se mueve menos y en los tendidos se escucha una palabra más que nunca: aburrimiento".
"El escalafón está demasiado anquilosado, falta ambición en los jóvenes".
"Hay demasiado compadreo entre compañeros que resta competencia. No se debe de perdonar quites para tener rivalidad, hoy no se hacen un quite entre las figuras."
"Los chavales torean defendiéndose para evitar la cogida, por eso se torea por las afueras".
"El día que salga uno que toree de media muleta para dentro y no tenga miedo a morir, vuelve a levantar esto".
"Esa era la diferencia entre José Tomás y sus compañeros."

martes, 28 de octubre de 2014

In memorian. José María Manzanares


Jose Maria Dols Abellán (Q.E.P.D.)
Manzanares era la esperanza de la afición, no era para menos. Su clase y su toreo eran extraordinarios. Desde un punto de vista estético, era el mejor de toda su generación. Naturalmente me estoy refiriendo al primer Manzanares, el de aquello años setenta, que ha sido el mejor Manzanares de los tres que hemos visto. 
Por aquel entonces toreaba sin el amaneramiento que le vimos después y sin el ventajismo del que después abusó. Era sencillo, sin ninguna afectación y sin ningún retorcimiento. Hacía un espléndido toreo neoclásico, lleno de elegancia y sin ninguna mácula.
La culminación de esta primera época fue el muy recordado toro Clarín, en San Isidro de 1978.

 Domingo Delgado de la Cámara, en su libro Revisión del toreo

Siempre recordaré aquella tarde de la feria de julio del 83, cuando se apuntó a la corrida de Miura, en no sus mejores momentos cortó una oreja con una ganadería a contraestilo de su toreo y de su concepto de la tauromaquia.

lunes, 27 de octubre de 2014

Serolo impugna el pliego

 
Vía: Cornadas para todos

IMPUGNADAS LAS BASES DEL PLIEGO PARA EL CONCURSO DE LA PLAZA DE TOROS DE VALENCIA

Sr. Rodríguez impugna las bases del concurso por infracción de los principios de libre concurrencia e igualdad de oportunidades, del apartado de solvencia exigida. Según Rodriguez “Casi ninguno de los empresarios españoles gestores de plazas de toros de primera y segunda categoría podemos presentar oferta, no parece lógico y por tanto, la falta de concurrencia perjudica a la plaza de toros de Valencia. El concurso debería paralizarse y la Diputación presentar unas nuevas bases”.
Ya veremos en que queda todo esto, pero no se puede hacer todo con tanto descaro, porque luego pasa lo que pasa Sr. Prieto

viernes, 17 de octubre de 2014

'El Mal Es Aquello Que No Puede Prohibirse' de Jean Palette-Cazajus y algo más

 
Más que interesante entrada en Salmonetes de Jean PALETTE-CAZAJUS sobre la Tauromaquia o como el autor llama los Ritos y Juegos Táuricos, en defensa del Toro de la Vega frente a la ñonería de la hipocresía del animalismo rampante.
Aquí unos extractos de la entrada, sólo son unos apuntes que me llaman la atención, pero la lectura es necesaria en su totalidad para reflexionar los aficionados al Toro.

Recurriendo a la vieja terminología kantiana, diré primero que tengo la «convicción » de que si la muerte del Toro de la Vega es cruenta, dramática, trágica, en ningún caso es un crimen.
Otra de las pocas certezas que sobreviven en el mar de mis dudas, es que los aficionados a los Ritos y Juegos Táuricos no se caracterizan por una propensión a la violencia superior a la del resto de la población. Me atrevería a pensar  incluso que su peligrosidad es menor.

 Si la muy noble y honrosa defensa de los animales constituye desde hace años tamaño «trending topic», es por la tremenda facilidad con que todo el mundo se puede identificar con ella. Facilidad y simplismo son palabras que nos van a acompañar hasta el final en este asunto, ya que esta ideología –creo que es la palabra adecuada–  ofrece valores y palabras particularmente gratificantes para los egos  de escasa consistencia.

 Por desgracia, de forma harto imprudente y por otra parte etológicamente incorrecta, también los aficionados a los ritos táuricos han manejado desde siempre, para referirse al toro, un vocabulario antropomórfico, aristocratizante y claramente deóntico. Coinciden así con los animalistas en la atribución al toro de una “interioridad”, heroica para ellos, victimizada para los otros.


Si nos identificamos humanamente con el irrisorio rectángulo amarillo llamado Bob Esponja, cómo no vamos a sentirnos traspasados por los siete puñales de la agonía al ver alanceado el Toro de la Vega.

A esta ambulante máquina de digerir y producir metano le ha proporcionado la evolución dos defensas contra los predadores y una dinámica locomotora que la irresistible capacidad humana para producir significación, como decía Lévi-Strauss, ha puesto al servicio de prácticas culturales. Improbables en un principio, hoy son portadoras de una capacidad de homeostasis social absolutamente negada y despreciada por los animalistas e ignorada por la inmensa mayoría de la sociedad.

 Pero la creencia animalista es un fundamentalismo de la subjetividad y no se arredra ante este tipo de razonamientos. Su fe en la santidad victimada del toro es inquebrantable y difícilmente rebatible. Puedo dudar de la existencia de Dios; no puedo dudar de la existencia del toro. No puedo probar la inexistencia de Dios; tampoco la de ese presunto “homúnculo” sufriente, agazapado en no se sabe qué parte de los entresijos del toro. Tampoco ellos, me objetarán, pueden probar sus fantasías. Ciertamente, pero tienen la enorme ventaja del tsunami lacrimal con que nos arrollan e inundan los medios. Se amparan en las tendencias antropomórficas que siguen activas, acabamos de verlo, en la arqueología de la mente humana, e imponen en muchas cabezas la precedencia de la emoción inmediata sobre las razones mediatas.

 Por eso importa aludir aquí a las famosas neuronas-espejo, descubiertas en 1996, y fundamentales en la activación de la imitación y de la empatía. Son efectivamente las neuronas de la compasión, y hasta podríamos bautizarlas “neuronas de los animalistas” ya que gracias a ellas, en primer lugar, padecemos-con-el-toro, o eso pensamos, y en segundo lugar experimentamos dos sentimientos conexos y concomitantes: compadecemos al toro y nos compadecemos de nosotros. Es este último sentimiento el más decisivo, ya que nos imaginamos alanceados como el Toro de la Vega, y el sentimiento horroroso que genera esa  improbable posibilidad, es fruto de la agudeza de nuestra imaginación y de la intensidad de nuestra conciencia.

 Si los animalistas antropomorfizan de modo patológico los animales, en cambio no dudan en animalizar caricaturalmente los actores y espectadores de los Juegos y Ritos Táuricos, calificándolos de sádicos.

 Si los ritos táuricos cruentos resultan hoy tan escandalosos es porque son la única manifestación publica de la muerte -¡hablo, claro, de nuestras sociedades!-,  donde se exhibe sin tapujos, con su implacable evidencia yerta, bajo una luz cenital. En los ritos táuricos el acto de la muerte aparece desnudo, crudo, transparente a sí mismo y a la sociedad, sin antecedentes ni consecuencias, totalmente carente de odio, ni de ponzoñas sociales. Por su carácter público y ejemplar, por sus espacios privativos (la Plaza de Toros, la Vega de Tordesillas...), por su periodicidad (anual, en el caso que nos ocupa), la muerte del toro amansa el crimen intrahumano y lo arrastra fuera de la Polis.

 El mal, precisamente, es aquello que no puede prohibirse. Lo que se puede prohibir, puede no ser positivo, en ningún caso es el mal. La violencia humana y los ritos táuricos cruentos son universos solipsistas y radicalmente inconexos. Prohibir las corridas de toros en Cataluña no le ha restado un ápice a la suma de dolor en el mundo. Prohibir el toro de la Vega no induciría el más mínimo paso adelante en la disminución de la violencia humana. Moralmente, tal prohibición sería un “brindis al sol” encargado de ocultar la realidad de una impotencia indiferente ante el mal verdadero. La blandura anímica de los  animalistas se recrea en una compasión extraviada que ha perdido de vista el camino escarpado de la Moral.

  Este exhibicionismo patológico de la propia bondad caracteriza los proselitismos religiosos más propensos a la violencia ciega contra quienes rechazan sus dogmas. Es el lenguaje, hoy, de los islamistas más sanguinarios. Apuesto que ni uno de estos miles de comentaristas ha dedicado una línea al suplicio atroz de David Haines y de hacerlo alguno, puedo asegurar que el tono sería comedido, porque “buena parte de la culpa la tenemos los occidentales y no conviene satanizar al otro”. Salvo si es aficionado a los Juegos y Ritos Táuricos.

Considero desde hace muchos años que el buen aficionado  es aquél que se sitúa en el filo de la navaja de su decisión y tras profundas dudas opta por la continuidad y la grandeza de aquellos ritos. Incluyendo el Toro de la Vega. Quien no toma sus decisiones en el filo de la navaja pertenece a la especie humana, pero no acaba de acceder a la condición humana.

No menos interesante esta carta del autor, Jean PALETTE-CAZAJUS, a José Ramón Márquez por la postura que hemos tomado muchos aficionados (sciunt culpam meam) de no posicionarnos o ignorar la polémica sobre el Toro de la Vega, porque como dice el autor cuando caigan estas manifestaciones táuricas se lanzaran como buitres a las corridas de toros. Todo construido como una fábula alegórica sobre Dien Bien Phu, la última batalla en  la guerra de Indochina.


En el perímetro del campo había unos puntos de apoyo, bautizados con nombres de mujer, («La  France sera toujours la France !»...por más que ya sea mentira).

(Podemos considerar que las celebraciones, tipo Tordesillas, Coria, Medinaceli, etc, son el equivalente de lo que eran Béatrice, Eliane o Isabelle en DBPhu: Caídos estos puntos de apoyo, la batalla final contra el bastión principal, la corrida formal, sola y aislada, será una -breve- cuestión de tiempo.)

No quisiera llorar de viejo por los toros como lo hice de tierno infante, oyendo en la radio la caída de «Isabelle», el fortín-cerrojo.

lunes, 6 de octubre de 2014

Una novillada más, lo mismo de siempre


Cerramos nuestra temporada taurina con una novillada en la que antes era nuestra plaza, que nos han extirpado a muchos aficionados valencianos, y en la que una vez más, tras habernos engullido toda la feria d'Algemesí, quedan muestras evidentes del poco esperanzador panorama novilleril que a la postre tiene que barrer la rutina del escalafón superior, mostrando más monotonía que esperanza.

Novillada de los festejos del 9 d'Octubre en la plaza de toros de Valencia. En tarde de temperatura agradable, con un cuarto de entrada en los tendidos, con más autobús que los habituales, bajo  presidencia del sr. Peris, se lidiaron 6 novillos de los Chospes por los novilleros Jorge Expósito (vuelta tras petición y silencio), Varea (palmas y palmas) y Roca Rey (Vuelta por su cuenta y oreja).

Silencio a la novillada de los albaceteños útreros de los Chospes, más que justitos de presentación, alguno por debajo de los mínimos, faltos de casta, de raza y fondo, que le hacía venirse a menos en las largas faenas de muleta, en el caballo se dejaron y tán solo apretó en dos largas varas Pescadero-29, pero también acabó desfondado. Nobles hasta las trancas, no dieron sensación de peligro, es decir, no transmitieron emoción, unos más ideales para el toreo moderno y cómodo que quieren los 'figuras'.

Silencio para Jorge Expósito, con mucha voluntad pero demasiada carencia de sitio e ideas, nos volvió a ilusionar en una serie con la zurda a su primero, recordandonos tiempos en los que nos ilusionamos, luego se perdió. En su segundo no supo exprimir las embestidas largas y codiciosas hasta que se desfondo a pesar del largo metraje de su faena. Fue prendido en la primera entrada a matar. Para hacerselo mirar por parte de sus mentores.

Palmas al chaval d'Almassora Varea, con el recién estrenado apoderamiento por parte de un productions, nos dejó en su primero evidencias de las maneras que nos hacen esperanzarnos tanto con el capote toreando a la verónica como con la franela, temple, mando, mano baja, trazo largo, buena zurda pero en su debe adolece de las carencias actuales colocación y sitio, y ese pasito falta hacia delante. También tiene que mejorar su manejo con las espadas, tirarse con más convicción. A su segundo un desfondado y desrazado novillo, intentó justificarse pero no hastío, también se debe saber cuando hay que pasaportar al burel.

Palmitas para Roca Rey, peruano avalado por el maestro José Antonio Campuzano, también gusta de mover el capote, no rehuye a quites, firmeza de planta pero con la franela se queda en el que da pases a montón, acompaña y tira de repertorio. Su primero pedía más mando tan sólo tuvo firmeza pero acabó donde quisó el utrero, en chiqueros. A su segundo el que tuvo más fondo y poder tan sólo dio pases cambiados, por detrás hasta que lo levantó, luego demasiada muleta retrasada y viaje corto. Tras estocada tendida cortó una oreja playera.

Palmitas a la corrección de las cuadrillas, a caballo destacó Pedro Manuel Muñoz.

Silencio a una presidencia ejercida por el sr. Peris, que dejó pasar alguna raspa en la novillada, y concedió una orejita playera sobre la campana.

sábado, 4 de octubre de 2014

Sobre el nuevo pliego de la plaza de Toros de Valencia: Les partides se guanyen quan s'arreglen

Plaza de Toros de Valencia, año 1865
De sobra es conocido por muchos aficionados y conocedores del mundillo taúrico valenciano esa extraña afinidad existente entre el diputado de Asuntos Taurinos d. Isidro Prieto y la empresa saliente conocida como Simón Casas Productions, donde en multitud de ocasiones quien  tenia que velar por la integridad de la Fiesta y por los aficionados y espectadores que asisten al coso de la calle Xàtiva se ha preocupado por los resultados empresariales dando una pésima impresión de ser juez y parte, sin un mínimo de decencia, cualidad abandonada por la clase política hace ya mucho tiempo, apareciendo en toda clase de saraos y movidas del brazo de algunos integrantes de la empresa. 

Por si fuera poco no solo ha permitido el incumplimiento de ciertas condiciones del pliego anterior si no que las ha defendido y justificado, como quitar una corrida de la feria de julio por circunstancias económicas, caso harto difícil hubiera sucedido si el consentido de Galapagar hubiera accedido a torear como por otra parte deseaban encarecidamente empresa y diputado.

Todo esto como siempre silenciado, incluso aplaudido, desde la que tenia que ser la voz del aficionado, la prensa taurina valenciana, por no hablar de algunas asociaciones de aficionados, creadas y dispuestas a ser palmeros constantes de la empresa. No hay que negar que la empresa ha sido una constante compradora de voluntades, en su derecho están, a los que no se tenían que vender que han tenido un precio casi siempre muy barato, para luego reclamar profesionalidad.


No es de extrañar que en los requisitos para poder presentarse al nuevo pliego sea un coto cerrado porque díganme quien a excepción de los socios de los productions en Madrid, los Choperitas, cumplen el requisito de ser empresario de plaza de primera en los 3 últimos años.

En las condiciones del pliego aparecen reflejados muchas de las demandas que estos años de vacas flacas venían reclamando la empresa: dejar lo que da dinero y eliminar lo que no renta, eso si sin pensar en la verdadera formación y regeneración de la Fiesta compatibilizado con la rentabilidad de la explotación de la plaza totalmente necesaria.

Se ha bajado el canon de explotación a la mitad, de 400.000 € a 200.000 €. 
Se reduce la feria de fallas a 6 corridas y la de julio a 3 siendo lo más nefasto como se reducen las novilladas picadas a lo mínimo, donde hemos pasado de dar hace unos años 9 novilladas a quedar relegado a 3 obligatorias. Se dejan a libre albedrío las corridas de Mayo y Octubre, donde se les permite que tiren por la calle del medio colocar una corrida a la espalda de los abonados en las ferias precedentes.
Todo se quiere justificar con la promoción de la Escuela Taurina, aportando 12 erales, 12 añojos y un centenar de vacas, donde los empresarios podrán exprimir sin piedad a unos ganaderos locos por colocar sus productos a cambio de meter una corrida como sea.
No tiene mala pinta el liberalizar los precios de las entradas, si no sirve para exprimir una vez mas a los abonados, y al menos si al final se consigue pagar una entrada teniendo en cuenta el cache del cartel y no pagando a precio de oro productos de alpaca.

La guinda del pastel a este nuevo pliego ha sido la aparición para valorar la calidad artística de las ofertas por parte del jurado de los premios de la Diputación que todos sabemos del pie que cojea o mas bien quien maneja los hilos de esta cotarro, del taurineo valenciano siempre con la sutileza que siempre le ha caracterizado al omnipresente revistero manejando las martingalas con enmascaradas argucias.

El grupo socialista ha votado a favor, lo cual es de agradecer en un principio con los tiempos que corren, pero hay que apuntar que en estos años se ha puesto de perfil no apareciendo ante los incumplimientos de la empresa y tropelías varias que han sucedido con la condescendencia de la Diputación con el ínclito diputado a su cabeza. No sabemos muy bien porque este voto afirmativo, si con carácter electoralista pensando en el próximo año, si piensa que ellos pueden ocupar ese sillón la próxima legislatura con lo que tendrán que apechugar con lo que venga por delante. ¡Ya se verá!

Todo tiene un olor a más que posible continuidad, si no algo parecido a lo que hay venido desde la capital del reino, porque como dice un sabio refrán valenciano referido al deporte autóctono de la pelota: Les partides se guanyen quan s'arreglen (las partidas se ganan cuando se organizan).