División de Opiniones: Flaco favor de un palco lugareño

jueves, 25 de septiembre de 2014

Flaco favor de un palco lugareño

Flaco favor se le hace a la Fiesta cuando los sentimientos de afecto vecinal se convierten en chovinismo pueblerino, ni se beneficia al prestigio de la plaza ni se beneficia al crédito del torero. Cuando alguien se sube a un palco tiene que tener un mínimo de cultura taurina y de saber ponderar lo sucedido en el ruedo, y no lo digo solo por el presidente...

Quinto festejo de la Setmana de Bous d'Algemesi. En tarde en principio soleada que acabo en una fina lluvia, en la que fue eliminada la larga pausa de la merienda preveiendo lo que podía pasar, con lleno en los tendidos, con presidencia incompetente en valorar lo sucedido en el ruedo, se lidiaron 4 novillos de La Palmosilla por Filiberto (vuelta tras petición y vuelta por su cuenta) y Jorge Expósito (silencio y dos orejas).

Pitos a los novillos de la Palmosilla, serie B de domecq, con presentación bajo mínimos, bajos de casta, raza, sin codicia, mansos en varas a pesar del espejismo de parecer que apretaban en el peto por la pericia de los montados, buscaban las tablas como lagartijas asustadas. A pesar de la tonteria aparente y blandura de comportamiento sacaban unas gotas de genio que ponían en aprietos a los coletas, la toreabilidad moderna mal amalgamada. Cosas que suceden en estas domequizadas ganaderías outlet.

Leves palmas a la solvencia delante de la falta de enemigo que presentó el calasparreño Filiberto. Templado, sin enmendar la posición, pero fuera
de cacho y sin profundidad, abusando del zafio recurso de los circulares. Mal con los aceros.

Silencio ante la innegable voluntad y firmeza delante de la cara de los toros pero carente de técnica y oficio para solventar los problemas. Ante su manso primero poco podía hacer ante la continua huida hacia las tablas, falto oficio lidiador tan olvidado en las escuelas; en su segundo el único que no busco tablas, que se quedo un poco crudo en el caballo, no llego a someterlo estando muy a merced del burel incluso de algún gañafón que soltaba. Mal a espadas con sendos bajonazos pasaporto a sus novillos, parece que ha perdido el sitio que tenia cuando era un cañón con los aceros.

Silencio a las cuadrillas, solventes las de Filiberto, mal las de Expósito. Los picadores repartieron como si fueran fiera corrupias y los animalejos lo acusaron.