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viernes, 18 de marzo de 2016

Viene arreando

Llegado el primer mano a mano, el de la renovación, el del cambio o mejor llamarlo el del recambio, se pudo apreciar que lo que viene ser una quimera, un slogan, una campaña de marketing de empresarios y revisteros, puede pasar a ser una realidad, puede ser que a estas horas algunos que se apuntaron con la soberbia de tener ganada la batalla de antemano tengan un regusto amargo en el paladar. Cuanto mejor hubiera sido en vez de los manidos manos & manos ternas bien compuestas.

Ayer un chaval de menos de 20 primaveras, llamado Roca Rey, dejó claro que quiere ser torero, o mejor dicho, que es torero, con valor estoico, quietud, entrando en todos los quites y réplicas al compañero, viendo toro en todos los terrenos, planteando batalla donde quería el toro, en terrenos comprometidos, que saber torear, aunque de esto hubo menos, porque tiró en exceso del toreo accesorio, de arrucinas, pases por detrás, pases por alto, que no de pecho aunque de estos también hubo pero menos. Cuando de verdad se pusó en su segundo, cuarto de la tarde, un manso que se dejó, hubo dos series con más verdad, con una serie de naturales, largos y profundos, de los que te levantan, pero luego nada más, para satisfacer al público festivalero de los tendidos no se necesitaba toreo de verdad, al contrario, corean las florituras y como bien saben los autócratas al vulgo hay que darle lo que pide.

A Talavante, que como siempre salió con retraso al ruedo, le apretaron se tuvo que poner pero menos, se colocaba pero tirando de encimismo, mucha postura, mucha floritura, le faltó algo muy importante, torear de verdad, dejarse de alaracas, y la tarde se le fue aunque paseara una oreja playera a favor de obra.

La materia prima era de don Victoriano del Rio y su segunda marca Toros de Cortés, que al parecer tuvo dificultades en los reconocimientos, pasando lo que pasó nos lleva a pensar como serían los que no pasaron. Tenían romana, pero las caras especialmente las defensas cornúpetas dejaban demasiadas dudas, luego escasos de fuerzas, alguno inválido, pasaron inéditos por el matalón exceptuando los dos últimos que arrearon un poco más, luego adolecieron de exceso de mansedumbre buscando siempre los terrenos de afuera, apretando hacia los mismos, porque si algo tuvieron fue castita que les hacia ponerse en momentos un poco asperos, y eso ya se sabe que a los de arriba del escalafón no les gusta, y ya lo sabe don Victoriano si no cambia los pondrán en la lista negra.

Buena tarde de las cuadrillas con mucha profesionalidad, saludó Iván García. En el primero fue cogido a la salida de un par Santiago Acevedo.

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