No se que decirte si me preguntas por
esta tarde.
Porque en los toros no se puede pasar
frio, y hemos pasado y no poco.
Porque los toros era inversamente
proporcionales su fachada con su fondo, y los novillos de López
Gibaja con presencia de toro, aunque algunos fuera de tipo
completamente tenian como denominador común la ausencia de casta, y
mansedumbre mucha mansedumbre, pasando el tramite de la suerte varas
y presentando todos los matices de la misma desde el manso de libro
de quasi imposible lidia hasta el colaborador que se entrega sin
decir ni mú. No se que decirte.
Porque Jesús Chover estuvo
valiente, dispuesto, en novillero, etc. Pero puede ser que sorteara
el mejor lote, pero no se que decirte.
Porque no pudimos ver al Varea
artista pero vimos a un torero aportando lo que no tenia su
primer novillo y pasando las de Cain con el manso pregonado de su
segundo, vimos como su capote firma bellas estampas y como con la
franela dibuja toda la gama de adornos, pero lo echamos en falta su
profundidad perdida y su manera de interpretar la suerte suprema tan
deficiente, pero no se que decirte.
Porque Andy Younes puso la raza
y la casta ausente de los novillos, valiente, aguanto delante de la
cara del toro, en los pases cambiados, en los inicios de rodillas,
tirando de arrimon, luego mostró temple, suavidad pero a la vez
falta de sitio y profundidad lo que produce cercanías en las tandas
tirándose el toro encima, los problemas del toreo 3.0, se tiró a
matar en sendas estocadas contrarias, pero no se que decirte.
Porque lo mejor de la tarde lo puso uno
de plata, Diego Valladar, tercero de Varea, que demostro el
oficio clavando dos pares, con el toro aculado en tablas, casi
imposible, mandando al lidiador como lo tenía que colocar,
jugándosela, pero luego el premio al mejor par se lo llevara uno de
esos que se ponen bonitos, pero no se que decirte.
Porque la plaza de Valencia continua
igual de bonancible, generosa, ignorante, orejera pero no se que
decirte.
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