Sábado 24 de julio: 4ª corrida de la feria de julio con toros de La Quinta para Angel de la Rosa, Rafaelillo y Tomás Sánchez.
Toros de La Quinta bien presentados, cumplieron en el primer tercio, algunos derrocharon bravura especialmente el 5º donde se produjó una conjunción interplanetaria de verdad: un toro bravo, un matador generoso y un gran picador ¡olé! Alegres en banderillas llegaban con embestida bonancible pero apagados sin transmitir el genio que por momentos les asomaba poniendo en aprietos al matador, ¿será por que el señor Conradi está buscando el torito santacolomeño ideal para las valientes figuras del toreo?
Angel de la Rosa toreó al natural como solía con esa zurda que Dios le dió y se perdará para desgracia de los aficionados, pero a su primero le dudó incluso le temió en exceso al principio de faena, acoplándose con la izquierda y fallando como siempre con los aceros.
Rafaelillo interpretó su papel de gladiador, encontrándose en un buen momento para enfrentarse a toros, toros con mando, valor y poder, cortando a su primero una de las orejas más justas de la temporada en este coso ante un toro que reponía y cortaba el viaje despachandolo con la estocada de la feria, y perdiendo la puerta grande ante "Pajarillo" un toro bravo en el caballo al que permitió el lucimiento para gloria del picador Juan José Esquivel que recibió una ovación como en tiempos no sse recordaba para uno de los del castoreño. Una pena por que hubiera sido una justa puerta grande.
Tomás Sánchez, torero injustamente tratado por los empresarios taurinos, dió ejemplo claro de poder a pesar de sus pocas inclusiones en carteles, tuvo un parado y poco encastado primero, pero ante su segundo un animal con una embestida de mucha calidad, arrastrando el morro por el suelo con el que se confió llevandoselo por delante, recibiendo un puntazo, que no le impidió seguir toreando valiente y conseguir una oreja a pesar de dejar el estoque caído, pero cosas peores se han visto.
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