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martes, 22 de septiembre de 2009

Tercera novillada de Algemesí




Novillos de Salvador Domecq bien presentados pero justitos de cara, nobles, justos de fuerzas, no molestaron.
Los novilleros Miguel Giménez y José Arevalo estuvieron tan en novilleros, que se pasaron, se salieron del guión, se aceleraron, incluso hubo un pequeño roce por un quite, que se solventó en un brindis posterior del primero al segundo.





Miguel Giménez se contagió del ambiente de la plaza y del compañero de festejo, se salió de un estilo templado que intenta imprimir pero que no consigue, y menos con un poco de tremendismo, pero asienta bien las zapatillas en la arena. En su 1º tardó en matar con varios pinchazos, en su 2º comenzó la faena con pases sentado en una silla, que no dijeron nada, para seguir con una faenita aseada rematada con buena estocada que le sirvieron para 2 orejas muy baratitas.





José Arevalo, torero valenciano que emigró a la escuela del Juli, salió acelerado, muy valiente recibiendo a portagayola a sus 2 novillos, dandole muchos capotazos de salida, colocando  muchas banderillas (5 y 4 pares), algunos pares buenos, con el consiguiente agotamiento de sus novillos en el último tercio donde sacó algún muletazo templado, matando bien con la consiguiente cosecha de 2 y 1 apéndices, respectivamente, también muy fácilmente conseguidos.



El rejoneador lusitano, Manuel Lupi estuvo aseadito con el novillo más terciado, lo mejor fue el rejonazo de muerte. 

La presidencia estuvo bonancible en exceso teniendo que aguantar algo más el tirón aunque suponga alguna bronca, por que una feria de novilladas debe de tener un cierto nivel para seguir siendo importante.
Tarde entretenida, con ganas de volver a Algemesí, ¡esta feria engancha!.

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