"Corre, toro a la mar, embiste, nada,
y a un torero de espuma, sal y arena,
ya que intentas herir, dale la muerte."
Rafael Alberti
Este último fin de semana me he permitido un descanso a orillas del mediterráneo con "las mías", sin conexión a la red, descansando y pasando estos calores de final de agosto, leyendo "crónicas taurinas" en el Cossío y en algún momento reflexionando sobre el rumbo que está tomando la Fiesta.
Leyendo las crónicas periodísticas desde los orígenes se ve como siempre se ha repetido las mismas temáticas:
Decantarse por un torero u otro (interesada o desinterasadamente).
Publicaciones taurinas que se definen independientes que luego se pliegan a los servicios bien pagados de empresarios, toreros, etc.
Empresarios que sólo piensa en la recaudación
Ser reticintes ante las evoluciones de la lidia y del toreo.
Criticarse los toros que se torean y "se eligen" las figuras del momento .
Polemizar sobre las críticas de un incipiente antitaurinismo a principios del siglo XIX.
No me consuela que esto se haya dado durante estos siglos pasados, pensando en que la situación actual es una continuación y una repetición de la historia, que hay que esperar una reacción espontánea a la situación actual, y que todo pasará, pero quién lo va a denunciar?
La prensa y los medios de comunicación están consintiendo está situación de fraude y abuso, con excepción de algunos "intransigentes" que son apartados de los medios y se tienen que servir de "la red" y de medios alternativos para expresar y denunciar los abusos, robos y martingalas que se producen.
Vamos en una dirección en que todo vale, lo que menos importa es el toro y encima siempre es el culpable, se afeita sin pudor,, se llenan las plazas por quienes van y no como torean, las ferias importantes empiezan a perder su nivel, las orejas se regalan,y como espada de Damocles están las corridas incruentas de las Vegas, donde se están apuntando las figuras (¿tan necesitados están?), con la excusa de ser una plataforma para exportar luego las corridas a EEUU y con el miedo de sino se acabará importando esa farsa.
Seguiremos mirando al mar, cargaremos las pilas, nos regenaremos, seguiremos diciendo lo que vemos, pensamos y sentimos y lo mejor hablando de toros con buenos amigos.
Nota: Ayer me entere del triste fallecimiento de uno de los Hnos. Benavent, de Quatretonda, buenos ganaderos de "bous al carrer". Descanse en paz.
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