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domingo, 11 de marzo de 2012

Sabe a poco



1ª de la feria de Fallas. Toros de Adolfo Martín, bien presentados de juego diferente para los matadores Jose Calvo (silencio y palmas), Javier Castaño (silencio y oreja) y David Esteve (oreja y palmas).


Mucho más esperaba de la corrida el tercio largo de plaza de espectadores que asistieron, porque la asistencia fue muy floja para ser una tarde de sábado en prefallas con toros de hierro con algo de tirón y toreros que buscan su oportunidad a pesar de la asistencia de aficionados de otros lares que siempre buscan lo diferente, pero por aquí especialmente a los abonados de sombra parece que les van poco estos carteles o es que sean dado muchos de baja porque los claros en dichas localidades eran demasiados.

Más se esperaba de unos toros excelentemente presentados algo pasados de kilos y cuatro con 5 años de edad pero que llegaban al último tercio demasiado parados sacando las complicaciones propias de su sangre albaserrada, exceptuando al tercero y al quinto, éste Monería con un trotecillo que no se paraba hasta que llegó a la muleta donde se encontró con un gran lidiador y áquel Madroño un toro pastueño con una embestida dulce al que su matador no llegó a sacar todo lo que tenía.

Día espeso tuvo el siempre esperado José Calvo cuando no llegó a confiarse en su parado primero Comadrón con un buen pitón derecho pero sin la fijeza suficiente y ante Vanidoso un toro muy parado al que le sacó tandas iniciales con el temple y la suavidad que atesora este diestro pero que se fue complicando llevándoselo por delante con un revolcón que no pasó a más pero que no permitió ya ningún pase más.

Una lección de lidiador y de torería nos dió Javier Castaño en su pase por Valencia, sin alardes ni alaracas pero sabiendo estar, intentando lucir a sus toros y ordenando a una cuadrilla que hizó lo que hay que hacer en estos casos lidiar en lo justo y clavar banderillas como sabe hacerlo David Adalid, que tuvo que desmonterarse después de dos soberbios pares de banderillas que en condiciones normales optarían a premio pero aquí siempre se los llevan los mismos. En su primero, Carpintero, Castaño dio una lidia justa y con oficio a un animal que se paró pero en cada pase se revolvia en un palmo de terreno sabiendo que algo se dejaba detrás, ni un muletazo de sobra todo en su justa medida, pero donde nos mostró su dimensión y su momento espléndido para pelear por estas lides con un toro con mucha leña por delante que intentó lucir en el caballo pero que en ningún momento se paró, hasta que llegó a la muleta con embestida franca y el matador sacando los mejores pases templados de la tarde. Intentó matarlo a recibir quedandose al encuentro, tendida y trasera pero casi efectiva que necesito de verdugillo para hacer rodar a Monería, el mejor de la tarde con diferencia.

Se le nota a David Esteve que ha toreado bastante por esas tierras peruanas donde hace campaña invernal, sorprendió con los lances de recibo a Madroño, verónicas templadas ganando terreno, para después ante su embestida pastueña y bondadosa con un buen inició, abusó de las cercanías a las tablas, sacó buenas tandas sin llegar a ser redonda la faena, tras una estocada casi entera y un descabello se llevó una oreja con aroma a paisanaje, pero ante Aviador, otro parado sin emplearse que embestía a media altura, no pudo rematar la tarde para tener la foto a los hombros de los capitalistas, quedando un final muy frío como se estaba convirtiendo la tarde valenciana.
Inicio movido, victimas de la falta de oficio

Orejita de Valencia

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