'Alabado sea el ilógico mundo de los toros, mosaico de sorpresas y contrasentidos.' Clarito
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lunes, 12 de marzo de 2012
Fuente Ymbro, pero menos, en Castellón
1ª corrida de la feria de la Magdalena de Castellón. Toros de Fuente Ymbro, justos de presentación, con pocas fuerzas, nobles en general, de juego desigual para los matadores Diego Urdiales (ovación y silencio), Matías Tejela (ligera petición y oreja) e Iván Fandiño (Ovación y silencio). Un tercio de entrada. Presidia el sr. Oliver.
Pobre fue el juego que dieron en general los fuenteymbros, cumplieron el trámite del tercio de varas, alguno hubiera merecido otra entrada, en banderillas se venían arriba para llegar al último tercio con más o menos posibilidades de torear, metían la cara, no daban una mala mirada, o sea colaboradores que se les llama por las crónicas oficiales. Tan sólo sobresalió por encima de sus hermanos Observador, un bravo castaño cinqueño al que le faltó otra entrada en el caballo porque llegó con muchas piernas al último tercio y desbordó en ocasiones al matador y fue despedido con aplausos en el arrastre. También aportó algo de emoción el sexto de nombre Macarena que en banderillas apretó a los banderilleros y llegó con tranco a la muleta pero con una embestida desclasada y a media altura cuando se desengaño. Por toros como estos se entiende que las figuras renuncien a este hierro no sea que les pongan en un aprieto.
Los matadores se puede decir que acusaron el principio de temporada, a toreros con recursos acostumbrados a pelear en otras lides se le vió espesos y en algún momento desbordados.
Urdiales, se le vió espeso y con falta de claridad de ideas, tuvo que cuidar las pocas fuerzas de Oloroso y con Zalagardo, el toro más grande y de menos clase de la corrida, alargó una faena innecesaria, plagada de trapazos y enganchones para escuchar un aviso antes de coger la de acero.
Tejela, estuvo en Tejela, desaprovechó las embestidas bondadosas de Indomito con una faena al uso, para cortar un ápendice con toreo de galería de poco fundamento a Sueñomio.
Con más disposición y más firme se mostró Fandiño al que faltó coger más al sitio a sus dos bureles y rematar sus faenas con la espada donde se esfumó cualquier posibilidad de tocar pelo. Ante Observador, el más bravo, con tranco, de embestida franca y larga, con un pitón derecho de los que valen su peso en oro, fue desbordado en el principio de la faena aunque lo llegaba a resolver y salir airoso del trance, para obsequiarnos con algún natural largo pero sin ligar tandas rotundas, y llegar a escuchar dos avisos por la dificultad de entrar a matar por el defecto de escarbar que tenía el toro. Con Macarena tuvo un buen inicio en los medios, para el toro perder fuelle y la poca clase que atesoraba acabando la faena a las puertas de chiqueros.
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