Asi te salga un toro bravo

Cazador

Así empujaba Previsor

5º festejo de la feria de Fallas. Corrida de toros de Fuente Ymbro para los matadores Curro Díaz, Matías Tejela y Ruben Pinar.
Media 'entradita' en los tendidos que soportaron una tarde fría y desapacible. Presidencia correcta.

Esa sentencia es la que debieron de haber escuchado ayer antes del paseíllo los coletas de la tarde especialmente el albaceteño Rubén Pinar que sorteó un toro de los bravos y exigentes, de los que piden distancia y muleta poderosas, que ve pronto el aficionado y de los que vuelven loco a Ricardo Gallardo en el callejón y lo sacan de las casillas cuando ve que se escapa un toro como esos, aunque no fuera el único ya que el lote de Tejela fue también para abrir puertas y no para cortar una orejita playera, más por el público facilón que se da por estas tierras que por el fundamento que tuvieron sus dos trasteos. Curro Díaz pasó casi de puntillas justificando su inclusión en la feria pero sin pisar terrenos comprometidos con aroma de torería pero en tono menor, con más parafernalia que profundidad.

Toros de Fuente Ymbro, justos de presentación, algunos (3º,4º) por debajo de los mínimos exigibles, nada sobrados de fuerzas, con castita que les hacia venirse arriba, con la edad justita (3º,5º), pasaron el filato del tercio de varas sin grandes apreturas excepto Previsor (6º) que apretó recibiendo 2 puyazos largos y se llevó en la 1ª vara al caballo hacia los medios derrocho bravura presentando problemas propios de un animal de esa clase que no es sometido y Cazador (2º) apretó en varas para luego desarrollar una embestida franca y con clase.

Curro Díaz, ante un primero que se dejó estar con más posibilidades de toreo no pasó de estar aseado con trincherazos y suavidad en la muleta pero sin profundidad y siempre fuera de cacho. En su segundo, el de menos presencia y menos fuerza de la corrida, con un pitón derecho complicado desarrolló la faena por la zurda, el toro nunca se acabó de emplear con la cara a media altura saliéndose de la suerte a mitad muletazo. Se tiró a matar y el toro se lo echo a los lomos sin más consecuencia.

Matías Tejela, que topo con el mejor lote. Su primero con una embestida de mucha calidad, por momentos parecia que iba a conseguir torearlo pero fue un espejismo tan sólo se dedico a acompañarle la embestida a un toro de 2 orejas. En su segundo, armónico pero chico de presencia, tuvo también nobleza sin tanta transmisión, quedando una faena de pegapasismo total insulsa y vacía rematado con un espadazo caído que fue incomprensiblemente premiado por el público con una oreja tan barata como injusta.

Rubén Pinar, con un primer oponente escaso de fuerza que se vino arriba en la faena de muleta que fue marca de la casa: despegado, sin cargar la suerte, tirando líneas exageradamente pero buscando el aplauso triunfalista en el tendido, que tras un pinchazo y estocada, pidió la oreja. En su segundo oponente dió muestras desde el primer momento de no entenderlo, no le cogió la distancia en ningún momento dudandole en todo momento no pudiendo ante la bravura haciendo aflorar en el toro defectos más bien por la incoveniente lidia. Se notó que ciertos toreros están comodos con el torito de viene y va pero cuando aparece un toro que pide el carnet se les ve el plumero. Lo despachó con varios pinchazos y estocadas, siendo silenciado mientras que el toro fue aplaudido en el arrastre.