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sábado, 19 de marzo de 2011

Novillada sin picadores matinal


7º festejo de la feria de Fallas. Novillada sin picadores de 'El Parralejo' para los novilleros Francisco Damas (E.T. Valencia), Román (E.T. Valencia) y Jonathan Varea (E.T. Castellón).
Un tercio de plaza de público muy amable en mañana calurosa, con presidencia correcta.


Novillada de promoción de las escuela taurina de Valencia a la que viene invitada la escuela taurina de Castellón que trajó a estas tierras al novillero Jonathan Varea que demostró un concepto clásico y con buen gusto en su toreo que demostró en su primer novillo encastado y con un buen pitón izquierdo, a su segundo novillo, manso y desclasado pero exigente, no le perdió la cara en ningún momento, se tiró a matar con más fe que técnica que le valió una oreja que junto a la de su primero le permitió salir a hombros por la calle Xàtiva.

Acompañaron en el cartel Román y Francisco Damas. Este último sorteó el carretón, al que le dió todos los pases que quisó solamente con la mano derecha con la aquiesciencia de sus 'profes' que le valieron una oreja, y el manso imposible, un novillo que hubiera necesitado un picotazo, que sólo buscaba la salida y al que el chaval pasó un calvario para poder intentar someterlo, que en ningún momento consiguió ni él ni su cuadrilla.

Román, la énesima promesa y la actual esperanza blanca de la escuela de la 'dipú' con un trato especial por parte de todos los integrantes de la misma, se enfrentó a un primer novillo que se dejó pero sin mucha clase, al que el novillero dió varias tandas con la izquierda, en la que tiene que cuidar el excesivo codilleó, el público le pidió las 2 orejas pero el presidente sólo concedió un trofeo, y su segundo otro manso exigente con un pitón derecho difícil, que lo revolcó en dos ocasiones y en el que ningún momento lo llegó a someter por el izquierdo.

La novillada de El Parralejo, de procedencia Fuente Ymbro, tuvo 2 partes muy claras, los tres primeros fueron de los que dan todas las facilidades a los novilleros principiantes, pero los tres últimos fueron mansos, que en diversos grados, son de los que exigen y destapan todos los defectos que los novilleros en formación deben corregir, otra cosa será que sus formadores sepan o quieran.

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