Pasada la feria de Julio, llega el momento de expresaros algunas reflexiones pensadas tarde tras tarde en mi localidad de la plaza y en la vuelta a casa cabreado, indiferente o contento según el trancurso de la corrida.
La reflexión no es sobre la feria sino sobre el rumbo de la plaza de toros de Valencia.
Han salido de los corrales toros y novillos indignos de esta plaza, no debían de haber salido, pero no ha habido ninguna protesta seria, ni un clamor en la plaza, por que si a cada "borreguito" que apareciera en la plaza nadie se arriesgaría a traerlos, ni las figuras de turno, ni la empresa, ni el señor presidente. Un toro indigno que es protestado hasta el 2º tercio, no puede ser aclamado en la faena con olés y música y peticiones de ápendice, sino hay toro ...
Los días de clavel, colorín o figuritas la plaza se llena de público bullanguero y festivalero, que pide música al primer muletazo da igual que sea mantazo, de alivio o para mantener el toro, ¡¡¡música!!!, y el toro por el suelo, el coletudo dando pases, pases, y la banda tocando (o desafinando por que hay días que se lucen). Se piden orejas y se dan sin ningún peso, que rebajan el nivel de la plaza pero al día siguiente un chaval que se pone se la deniegan, no hay unidad de criterios y seriedad en el palco.
El día que no hay figuras, con toreros interesantes y ganaderías que puedes esperar algo, te encuentras media plaza, dando argumentos al empresario para traer a toreros mediáticos, antes que a promesas o consagrados (con buen caché), para traer hierros comerciales antes que hierros encastados y en buen momento (con buen caché). Pero los días de media plaza, hay muchisima seriedad y respeto en el tendido, ¿coincidencia? no lo creo.
El callejón especialmente los días de colorín es un lugar de encuentro de amiguitos, políticos, y demás individuos, no sabiendo estar en muchas ocasiones, llegando a pedir orejas, o paseándose como si fuera una fiesta piji-fashion.
Los aficionados, cada vez menos, hemos caído en la indiferencia, en el conformismo y antes de protestar abandonamos el abono y a otra cosa... No nos unimos (habló por mí), no presionamos, sólo hablamos antes y después de la corrida, y nada más. Nos arrastra el público facilón, cuando tenía que ser al contrario (y luego hablan del 7 en Madrid).
Las instituciones políticas se apuntan al carro ganador, todo son flores y cantos de sirena, la "dipú" especialmente a poner la mano que es lo que verdaderamente interesa. Pero antes lo he dicho si hubiera otra actitud en el tendido otro gallo cantaría.
Seguiremos hablando, pero no cambiaremos, o si ... a menos, y seguiré preguntándome: Valencia ¿plaza de primera?
1 comentario:
Paco, totalmente de acuerdo en lo que dices.
REalmente creo que gran parte de la culpa de todo esto la tenemos los aficionados, deberíamos de ser mucho más críticos y protestar enérgicamente la tomadura de pelo que ha sido el ganado que han traido.
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