Ayer se publicó en el DOGV (Diario oficial de la Generalitat Valenciana) la Resolución por la que se inician oficialmente los trámites para declarar las corridas de toros y los 'bous al carrer' como Bien de Interés Cultural (BIC) en la Comunitat Valenciana.
En la introducción del Anexo se define como:
Los espectáculos taurinos «las corridas de toros» y los festejos tradicionales «els bous al carrer», son una manifestación festiva-cultural que forma parte del acervo singular de España y de nuestro territorio autónomo. Estos espectáculos con reses bravas son una característica singular de los países de cultura hispánica. Esta especial manifestación cultural presenta diferentes planos que nos permiten sustentar su declaración como bien de interés cultural en la Comunitat Valenciana.
La Comunitat Valenciana es, en estos momentos, la zona de España donde más fiestas de toros se efectúan, los datos reflejan claramente que nuestro territorio lidera la clasificación de festejos taurinos, por delante
de otras Comunidades Autónomas donde, igualmente, los espectáculos con toros están muy arraigados. Son los festejos populares, «els bous al carrer», los que le otorgan el liderato, formando parte insoslayable de las celebraciones populares de la Comunitat Valenciana. La densidad y distribución territorial de estos festejos demuestran una uniformidad festiva que llega a todos los rincones de la Comunitat. Si a ello unimos
la antigüedad del arraigo popular de estas fiestas, resulta evidente que nos hallamos en una zona donde el toro forma parte de la cultura, tradición e idiosincrasia valenciana.
Las razones singulares que motivan la protección del bien se basan pues, en la acreditación de la tradición y el arraigo de la fiesta de los toros, que viene determinada por su antigüedad en el tiempo y por su
difusión, en el territorio de la Comunitat Valenciana.
Los espectáculos taurinos están ligados por lo general a una celebración social, es por tanto un acto festivo y de encuentro, con similares componentes antropológicas, históricas y culturales a cualquier otro
acto festivo de carácter pagano o religioso. Es decir, la participación de los valencianos de forma tan masiva en este tipo de festejos taurinos los convierte en objeto de consideración a efectos de protección y
declaración de patrimonio inmaterial, al igual que otro tipo de fiestas populares.
No es que nos parezca mal ni mucho menos pero todo esto debe ir acompañado de reglamentos y medidas que favorezcan la integridad de la fiesta y eviten manipulaciones diversas, pero de esto hablaremos en otro momento.
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