Había que empezar la temporada cuanto antes, las ganas de toros superan las temperaturas bajas, las distancias y otras circunstancias, para trasladarnos a Requena donde tuvieron lugar unas clases prácticas que a pesar de las gélidas temperaturas registradas por los termómetros se pudieron soportar al solecito de la plana requenense.
Con más de medio aforo de la plaza, todos bien pertrechados para soportar el frío mañanero que luego no fue para tanto, se lidió una mansada de la que se liberó enviando Ruiz Palomares, con fuerza, trapío de sobra para una clase práctica, que no permitió a los alumnos desarrollar lo que se les ha enseñado que es torear y agradarse y estos bureles lo que necesitaban era lidia y técnica y esas asignaturas hace tiempo que se redujeron al mínimo en las escuelas taurinas.
Si a ello añadimos un suelo seco que desde el primer momento levanto una molesta polvareda que incluso impedía ver lo que sucedía en el ruedo lo cual viendo como se desarrollaron las lidias parece que nubló las ideas y los conceptos de unos chavales que en otras ocasiones han mostrado otras cualidades a las mostradas ayer.
Brusco y atropellado se vio a Francisco Damas ante un eral que buscó desesperadamente las tablas y al que no pudo someter un novillero con suficiente experiencia escolar.
Al segundo de la matinal no pudo un Jonathan Varea, que en otras ocasiones le hemos visto con claridad y cualidades, atributos que faltaron ayer para aprovechar un potable pitón derecho del castañito a pesar de un inicio prometedor que se diluyó al no poder parar al novillo.
Con la cara alta embestida el de Cristian Climent, buscando las tablas sin remisión, donde le hizo una faena buscando la ovación pero siempre a merced del eral demasiado pendiente de las gradas, se le pide algo más a uno de los alumnos aventajados de la escuela.
Un eralote le tocó en suerte a Aitor Dario que se hace llamar 'el Gallo' al que con el saludo capotero por verónicas apuntó de lo mejor del festejo, dejando un sabor de boca que se diluyó con la franela al desarrollar el novillo peligro y llevándose en dos ocasiones al alumno por delante con peligro.
Un no muy grande pero bastote de pies novillo se enfrentó Jorge Expósito, que en ningún momento se le vió como lo mostrado por él en otras ocasiones. El novillo se revolvia desde el principio, acabó enseñandose al no corregirle el defecto y en cuanto lo veía se lo llevaba por delante, siendo imposible la lidia y pasaportándolo pronto.
Por actitud del novillero y por las cualidades del novillo, los mejores pasajes los dejón un excesivamente amanerado Junco Moreno, que mostró disposición y ganas con capote y tras un buen inició con la muleta en los medios el toro buscó el mismo camino que sus hermanos y la faena tuvo que ser encima de las tablas cuando era para torear en los medios.
Al menos todos cumplieron en menor o mayor medida con los aceros, si cumplir es pinchar poco y las estocadas son caídas ninguna en todo lo alto.
Sería por el polvo y por las tempranas fechas de la temporada pero se vio poca claridad de ideas y demasiada espesura ante una mansada poco propicia para los novilleros.
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