Los modestos de la oportunidad 'cobrada'

 

Corrida de toros del día de la Comunitat. En tarde de agradable fresquito, con un tercio escaso de plaza, en el palco el sr. Merenciano, se lidiaron seis toros de Lagunajanda (divisa blanca y roja) para los matadores Angel de la Rosa (ovación), José Calvo (silencio), David Esteve (silencio), Sergio Ferrer (silencio), Alberto Gómez (vuelta tras leve petición) y Pedro de Flora (silencio).

Los modestos de la oportunidad 'cobrada', después de haber tragado con presuntos tuneleos y condiciones leoninas impuestas por los productions, tuvieron que despachar una corrida desigual de hechuras y comportamientos, estrellándose contra la cruda realidad del taurineo.

Silencio a la corrida desigual presentada por doña María Domecq, con muy diferente presentación y comportamiento, los de pelo castaño más bastotes de trapío, con nota muy baja de comportamiento y poca o ninguna fuerza, los dos negros más finos de presencia pero con más motor y embestida de calidad, todos con poca casta, pasaron en varas de refilón exceptuando al 4º y el mansote 6º que apretó en la primera.
Puntuación: Eficiente 117 (1,7); Grumete 3 (1,4) - sobrero; Canido 1 (1); Fresón 98 (2); Gruñon 97 (2,3); Muchoromero 14 (1,5).

Palmitas a la actuación de Angel de la Rosa, dejó los mejores pasajes de la tarde, con más sabor dejando ver que el que tuvo retuvo, delante de un inválido, iendo de más a menos en el trasteo. Gesto torero el no querer dar la vuelta a pesar de la petición de trofeo y la posterior ovación.

Silencio por la tarde de José Calvo que delante del descastado y rebrincado sobrero se le vio espeso y sin ideas. adoleciendo probablemente de falta de preparación.

Silencio a David Esteve que se estrelló ante un imposible burel sin casta ni raza ni clase ni nada, un mulo.

Silencio a Sergio Ferrer al sortear uno de los toros de la tarde, que se arrancó con alegría al caballo, y que se pusó difícil más por el trasteo del matador que por las condiciones del animal. También acusó la falta de contratos sin encontrar el sitio en ningún momento.

Palmitas para Alberto Goméz, tuvo en sus manos la mejor oportunidad de la tarde, con un toro Gruñon 97 de embestida templada y noble, demostrando mucha voluntad y ganas de triunfo pero faltando fondo y maneras, pudo haber cortado trofeo si no hubiera sido por los aceros.

Silencio a Pedro de Flora que sorteó un mansote geniudo, dando muestras de su falta de rodaje al haber equivocado el planteamiento de lidia y faena, poniéndose el burel peligroso a medida que avanzaba la faena.

Silencio a las cuadrillas que pasaron por la plaza sin estridencias, ni muchos detalles, exceptuando a la vara de Puchano y el par (sólo fue uno) de Montoliu.

Silencio al palco presidencial por su discreto ejercicio de las funciones encomendadas, más con los antecedentes anteriores.