División de Opiniones: Fandiño para arriba, el palco en caída libre

1ª corrida de abono de la feria de Julio 2013. En tarde calurosa, con una suave brisa que atenúa los calores pero molesta en ciertos momentos en el ruedo, con un tercio escaso de plaza, bajo la presidencia de d. Jesús Merenciano, fácil con el moquero, dando una oreja sin petición mayoritaria, sin aguantar la presión del público festivalero, dando un nivel ínfimo para plaza de primera, se lidiaron toros de las Ramblas para los matadores Finito de Cordoba (silencio y pitos), Juan José Padilla (oreja y oreja protestada) y Iván Fandiño (oreja y palmas).

Pitos para la corrida de las Ramblas muy justos de presentación, alguno impropio de plaza de nivel, con todos los 'des' que se quiera: descastasados, desrazados, deslucidos, desaboridos, mansos, pasaron el trámite de las varas sin emplearse dejándose pegar, llegando al último tercio sin ninguna gana de lucha se puede exceptuar al primero con un poquito más de celo. Pero nadie de los del puchero dirá: 'Las Ramblas al matadero'. Puntuación: Ilegal-26 (1'8), Traslucido-50 (1'2), Jabonado-38 (1'5), Opaco-27 (1'3), Incomodo-27 (1'5), Saleroso-36 (1'5).

Pitos para la actitud de Finito en toda la tarde donde no se puede venir a verlas pasar y cumplir el expediente y se suena la flauta. Desperdicio el mejor toro mejor dicho el menos malo como fue su primero, en su segundo pasaran sin ganas ni toro ni torero.

Palmas para un Padilla torero que llegaa los tendidos por su toreo bullanguero y populachero pero sin nada de toreo fundamental, muchos martinetes, adornos, desplantes que no someten al toro simplemente lo convierten en espectáculo de alardes, todo ello aderezado con el tercio de banderillas más preciosista que precioso donde se aplauden las carreras y el efectismo sin mirar la ejecución y la colocación. En su primero corto un ápendice por la faena bullanguera delante de un toro que sólo quería que irse de la pelea al que remató con una estocada trasera. En su segundo un toro que tenía que someter al que no logró en ningún momento someter ni torear, al que pasó un quinario para poder entrar a matar aculado en tablas con contínuos gañafones, cortando una oreja playera muy protestada ante la que el matador estuvo digno disculpandose a los sectores que más protestaron, teniendo la decencia de no salir a hombros, diciendo mucho de la actitud del torero.

Oreja a la disposición y ganas de Iván Fandiño, torero macizo que se encuentra en un momento que ve toro donde no lo hay, pero que necesita otro tipo de animales no estos bichejos descastados y desclasados, que no transmiten, necesita un toro al que se le pueda poder y mandar. En su primero estuvo por encima de su oponente al que pronto se le acabó el poco gas que tenía, aunque las primeras series con la derecha pecaron de cierto ventajismo y falta de colocación, con la zocata tuvo mando, sitio y toreo con naturales largos y limpios, para acabar con unas manoletinas ajustadas para despacharlo con una estocada un tanto trasera, que le valió un trofeo de peso. En su segundo tuvo que inventarse la faena ante la indolencia del animal, sin humillar sin emplearse, con un inicio de estatuarios ajustados, no pudo dejar su sello en ningún momento.

Silencio ante la tarde de las cuadrillas que cumplieron si bien los picadores picaron defectuosamente, traseros, a la paletilla, haciendo la carioca, vamos lo que se suele ver desgraciadamente.

Bronca al palco por la concesión de un trofeo impropio de plaza de primera sin petición mayoritaria, con un alarmante lentitud en arrastrar al toro los caballos, dando pie a que el no siempre respetable se enganchará a una petición impropia. Esto es el palco que quieren los revistosos del puchero y los del holding empresarial. sin rigor. Pero eso hoy no se criticará en exceso, es mejor meterse con quien no los concede reglamentariamente.