5º festejo de la feria de fallas. En tarde fría y ventosa, un viento que en muchos pasajes de la corrida molesto en la lidia, con un tercio de entrada en las gradas, un presidente nobel que dió muestras de ello durante la tarde, se lidiaron o al menos se intentó toros de Miura por los matadores Rafaelillo (silencio y ovación), Fernando Robleño (ovación y silencio) y Javier Castaño (Palmas y silencio).
Silencio a una corrida de miura, sin excesivas fuerzas, el segundo devuelto con bajo rigor presidencial, descastados, sin apretar excesivamente en el caballo, se dejaron pegar, llegando imposibles al último tercio a la defensiva, pero eran toros con lidias que no se llevan en estos tiempos del artisteo superfluo, toros para fajarse con ellos y aguantar allí delante de los mismos justificando la presencia en el cartel. Puntuación: Galguero (1,4), Cigarrito (sob) (1,7), Orejillo (1,8), Jerezano (1,8), Habitante (1,4), Cuneta (1,4).
Palmas a Rafaelillo por estar delante de dos difíciles miuras, tiró de parafernalia propia de su estilo, en su primero se justificó con un pitón derecho imposible, con el segundo de embestidas más suaves pero con enganchones que fueron a más llegando al final imposible.
Palmas para Robleño, que se llevó al Valdefresno, que tenía una embestida suave de las que sacó dos series templadas pero había que llevarlo, toreado no lo sometió y el toro fue marcando los terrenos que quería acabando en tablas de chiqueros poniéndose difícil de matar, en su segundo mostró sus arrestos con un toro alto que protestaba dando tarascadas hacia arriba jugándose el pellejo sólo con estar delantede semejante ejemplar.
Ovación a Castaño no por el juego que dió a sus dos oponentes durante el último tercio, el único que importa en estos tiempos, sino por darle la importancia que tiene a toda la lidia, luciendo a los toros y dejando que se luzcan los miembros de su cuadrilla, un soplo de aire fresco a tanto pegapasismo muletero, capotazo insulsos y monopuyazos navajeros.
Ovación puesto en pie a la cuadrilla de Castaño, por su manera de interpretar la lidia, que deshaciendo falsas teorías llega a los tendidos, emociona y se valora en su justa medida, en esta época donde sólo se quiere valorar la faena de muleta, cuando las faenas son algo más. Esto se debería de enseñar en las escuelas y variar estas generaciones de muchachos clónicos en la manera de interpretar el arte de torear. Para destacar en mayúsculas a sus miembros Tito Sandoval, Fernando Sánchez, Marco Galán, David Adalid y Fernando Sánchez. Por cierto ya hablaremos cuando se fallen los premios de la dipu quienes son merecedores de ellos, ¿alguno de la familia Montoliu?
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| Rafaelillo y Galguero |
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| La ovación aTito Sandoval |
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| Estocada de Castaño a Orejillo |
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| Habitante, un toro de lidia |
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| Robleño delante de Habitante |
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