División de Opiniones: Casta, torería y esperanza

martes, 25 de septiembre de 2012

Casta, torería y esperanza

3ª novillada de la Setmana de Bous d'Algemesí. Novillada de promoción de la ETV, con calor en los tendidos ocupados en más de tres cuartos de plaza, con presidencia bonancible, con erales de Gabriel Rojas para los novilleros Tiago Santos (oreja y silencio), de Portugal, Jorge Expósito (oreja y dos orejas) y Aitor Darío "El Gallo" (oreja y oreja), de Valencia.

Aplausos: Para los novillos de Gabriel Rojas con cuajo y presencia, todos con posibilidades, mansearon con un punto de casta que permitieron con sus diferentes comportamientos las lidias siempre teniendo los chavales que resolver sus problemas durante la lidia, no siendo las tontas bobaliconas colaboradoras, pero que al hacerles las cosas correctas permitieron pasajes más que interesantes.

Ovación cerrada: A la actitud de dos novilleros que quieren ser algo en esto, estando toreros toda la tarde, con valor y torería, atendiendo a los nombres de Jorge Expósito y Aitor Darío "El Gallo".

Silencio: A un novillero portugués llamado Tiago Santos que no dijo nada después de dos faenas de largo metraje pero insulso contenido, y menos aún en su interpretación del segundo tercio, clavando siempre descolocado. Trabajo tiene su mentor Víctor Mendes, para corregir errores a un novillero con años de experiencia.

Oreja: Para el novillero local Jorge Expósito, que olvidando la presión de torear en su ciudad natal, estuvo con disposición y valor sacando sus mejores virtudes, resolviendo problemas en la cara del toro, para dejarnos buenas tandas con la zurda, largas y profundas, estatuarios de ocho pases, recibimiento a portagayola, con el pero de pasarse un poco de faena y el fallo a espadas.

Oreja: Al conquense afincado en Valencia Aitor Darío "el Gallo" que en toda la tarde mostró actitud y torería, quiso cantar en corral ajeno, replicando en recibimiento a portagayola. Con un manejo del percal con soltura ofreció quites de gusto y paladar, dejó tandas con la franela de mucho temple y mando, aunque se le puede achacar momentos de claroscuro durante sus faenas. Recibió un feo volteretón y pisotón en su cabeza, abandonando la plaza sin sentido,con susto grande para los tendidos, regresando al coso cuando había sido estoqueado el novillo con ganas de matarlo y no amedrantarse.

Pitos: Para unas cuadrillas que ante las complicaciones de los erales, no supieron resolver, convirtiendo las lidias en desorden y desconcierto.

Pitos: Al encargado de la megafonía que transmitió un mensaje antes de dar la vuelta al ruedo un novillero, sin esperar al descanso. ¡Detalles a cuidar!