Séptima d'Algemesí: Se esperaba más

Extraña sensación los toros por pantalla teniendo la plaza a 2 metros

7ª de la Feria d'Algemesí. Novillos de Sánchez-Arjona para los novilleros Juan del Álamo y Diego Silveti y para el rejoneador Mariano Rojo.

Tarde agradable, con casi lleno en la plaza. Presidencia correcta no tuvo excesiva faena con las peticiones, acusando la nueva moda del cambio del 2º tercio con 2 entradas y 4 o menos palos.

Novillos de Sánchez-Arjona, correctos de presentación, con no escesivas defensas algunas escobilladas (¿?), mansos en el caballo sin excesivas fuerzas, pero noblotes en el último tercio, toreables pero sin transmisión exceptuando el 5º que tras cumplir en el caballo tuvo más codicia con 2 buenos pitones fue desperdiciado por el coleta de turno, podía haber sido novillo de premio. El 3º despuntado para rejones tuvo alegría y no manseo, hubiera sido interesante para la lidia a pie.

Las cuadrillas estuvieron correctas, destacandó que los picadores no abusarón de tapar salidas, cariocas, etc.

Juan del Álamo, nº 1 del escalafón según los voceros, se le tiene que exigir más compromiso para sus cualidades, en su 1º que acusó un golpe contra el burladero, con poca codicia pero estando correctó no profundizó en un toreo que en ningún momento llegó al tendido. En su 2º novillo con un buen pitón izquierdo dudó mucho, no acertó las distancias, teniendo que perderle pasos, se notaba que quería y no podía hasta que llegaron las 2 últimas tandas con la izquierda con más calado, una con la espada  de acero. No pasó de una ligera petición.

Diego Silveti, miembro de dinastia torera, en ningún momento ofreció demostró estar (o poder) comprometerse, con toreo de galería facilón y sin profundidad. A su 1º un toro bobalicón que se desfondó pero en ningún momento toreo. Al 2º un buen novillo que en otras manos hubiera podido ser novillo de premio (mala suerte para el novillo) al que recitó toreo de alivio sin someter, con todo el repertorio actual de pegapasismo pero sin haber una serie de calado. En sus dos toros no acertó con los aceros.

Mariano Rojo, se enfrentó con un novillo con cualidades, realizó un toreo buscando la acamedicidad, no las vueltas, sin buscar excesivamente calentar al respetable, cosa que se agradece. Mató al primer encuentro. Obtuvo una orejita.