Novillada con trapío de toros

Séptimo festejo de la Setmana de Bous d'Algemesi. En tarde de nuevo calurosa con el cielo encapotado y con los tendidos de nuevo casi llenos afortunadamente para estos tiempos que corren se han lidiado novillos de Guadaira (divisa azul y rojigualda ) para los novilleros Martin Escudero (silencio y ovación) y Posada de Maravillas (oreja y silencio).

Novillada con trapío de corrida de toros que fue desaprovechada por los novilleros que pasaron por Algemesí dejando claro que tiene que enmendarse para ser algo en la tauromaquia.

Palmas a la novillada de Guadaira que de nuevo ha vuelto a venir con animales con presencia de toros y con comportamientos diferentes pero todos con posibilidades de triunfo con un novillo de nota, que saltó en segundo lugar, al que se premio con una vuelta al ruedo, un tanto excesiva pero que descubrió las carencias e impericia de su matador. Los dos últimos fueron castigados en varas y les falto ese punto de casta y raza para sobreponerse al castigo. Puntuación: Relator-70 (1,9), Organillero-56 (2,7), Platanero-34 (1,5), Esterón-12 (1,8).

Palmas por la actuación de Martin Eacudero al que la bisoñez hace que no llegue a definir los terrenos que quiere pisar dejando una impronta de querer decantase por el toreo clásico sin exceso de alardes al tendido al que le cuesta llegar. Debe mirar su manera de interpretar la suerte suprema con muchas carencias. Lo mejor de la tarde lo compuso con la mano izquierda entre otros motivos al sufrir una caída y malograrse su diestra pasando un quinario para matar a su segundo.

Pitos a la actitud del novillero Posada de Maravillas por la manera de venir a una feria pensando en sacar rédito de apéndices sin la mas mínima disposición al toreo de verdad, mostrándose perfilero, fuera de cacho, solamente con toreo a la galería delante de un novillo que llegó al tercio de muerte con nobleza y tranco entregado a la pañosa en todo momento. Peor fue su actitud con el último de la tarde al que dejó masacrar en el caballo para llegar a la muleta como un encefalograma plano, pero no sin antes haber mostrado su poder en los otros tercios.

Pitos a las cuadrillas que pasaron por el cuadrilátero d'Algemesí con más gansas de salirse de él que de lidiar con lucimiento, por no volver hablar de la acorazada montada que repartió estopa a unos toros que con poder sucumbieron ante los petos, especialmente Anderson Murillo que tras ser derribado y con la aquiescencia o mejor bajo el mandato del matador y mentores le pegó excesivamente dejando en su haber que lo picó en el sitio, el que tuvo retuvo.

Aviso de nuevo a la presidencia con los cambios prematuros en el segundo tercio aunque más por el peligro de los animales fue por la impericia de las cuadrillas. Si bien fue excesiva la vuelta al ruedo para el segundo toro de la tarde el presidente estuvo atento a la petición de algunos aficionados que la pidieron.

Ovación a la predisposición y actitud del sobresaliente Fernando Beltrán que estuvo atento para hacer el quite tras la caída de Escudero, lo cual hace indicar que esta atento en todo momento a las evoluciones de la lidia, no sólo en esta tarde si no en las otras dejando patente la huella de su saber hacer y cumplir como torero en una plaza pese haber sido racaneado por todos sus compañeros a excepción de Curro de la Casa.