Un cuarto de plaza tuvo ayer la oportunidad de ver sobre el albero del coso de la calle Xàtiva a seis novillos de Fuente Ymbro, justos de presentación, alguno sospechoso de pitones, de poca clase y con poca raza, mansitos librándose de la quema el tercero y el cuarto sin ser novillos de nota muy alta.
Delante de ellos estuvieron tres novilleros con muy diferente resultado en su presencia en la feria.
Román fue de lo más sobresaliente en esta tarde en general gris, no porque sobresaliera técnica y estéticamente, pero si puede sobresalir su valor y su actitud en la cara del toro, llevándose incluso un buen susto en su primero, al ser volteado cuando el novillo acortaba el viaje y el novillero no se enmendaba. Un oreja en su primero y una excesiva petición en su segundo en una faena sin transmisión sólo a base de voluntad.
Gonzalo Caballero después de su paso por san Isidro, se esperaba más de lo realizado, pues topó con el mejor novillito de la tarde, con tranco y transmisión aunque a menos, su faena fue igual iniciada con estatuarios que prometían fue a menos en una faena con falta de colocación y toreando con el pico de la muleta, en su segundo pasó de puntillas ante la clase de su novillo.
Fernando Adrián pese a ser el más toreado, pasó totalmente inédito con muy poco compromiso, y nada pudimos ver. Así esta el panorama novilleril.
Destacó el tercio de banderillas protagonizado por Raúl Martí y El Sirio, que tuvieron que desmonterarse, después de haber clavado tres buenos pares de banderillas.
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