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domingo, 12 de diciembre de 2010

El valor de los 'despojos' en Valencia


Siempre he pensado, como dice Curro Romero, que las orejas son despojos, pero es una de las pocas maneras de evaluar y establecer rankings entre los matadores, que a veces son falseados y manipulados por los voceros del puchero.
Quizá será porque en mi plaza, Valencia, es hartamente fácil obtener un apéndice auricular, cosa que me crispa en muchas ocasiones, pero también es verdad que esos trofeos obtenidos en el ruedo de la calle Xátiva tienen muy poco peso para los coletas que los obtienen, por muchos que los revistosos sobrecogedores se empeñen en glorificar o pontificar al matador de turno sabiendo que luego habrá de colocar en sus revistas o portales la imagen de esa 'orejita' a cambio de una bondadosa cantidad de parné.

Cuando un servidor a la obtención de un trofeo barato le denomina 'orejita de Valencia' me parece que no se equivoca, sobre todo al comprobar en el excelente trabajo que está realizando Juan Medina en el blog 'El escalafón del aficionado' donde en su último trabajo ha establecido una comparativa sobre las orejas obtenidas por número de corridas en plazas de primera y de segunda.

Valencia, con una media de 1'93 orejas por corrida, se sitúa por detrás de Madrid, Zaragoza, Bilbao, Sevilla, Pamplona, Málaga y San Sebastián, y de plazas de 2ª o de 3ª como Santander, Logroño, Colmenar, Vitoria, Salamanca o Toledo, casi a la par de plazas como Linares o Teruel.

Luego algunos se enfanda o te colocan diversos adjetivos despectivos cuando dices que Valencia es una plaza facilona, orejera y de poco peso en el orbe taurino, ellos se empeñan en denominarla torerista para ocultar la realidad y para llenar su puchero insaciable. Por cierto los señores presidentes de la plaza de toros de Valencia podían tomar nota de estas estadísticas, reflexionando para unificar criterios y no tener esa facilidad en sacar el pañuelito blanco por el nivel taurino del coso de Monleón, aunque si le roban alguna oreja a los figurones se encargarán de crucificarlos los revistosos del puchero, como mal menor, porque si actúa el todopoderoso periodista de esta tierras será fulminantemente eliminado del palco, ejemplos tenemos.

3 comentarios:

Juan Medina dijo...

Como bien dices, Paco, las orejas tienen pesos muy diferentes según la plaza en que se logren. Ése fue el objetivo del blog cuando lo empecé. Intenrar valorar más justamente las orejas que se cortan.

Lo de Valencia es una pena. Este año lo pudimos ver por tv los que no somos de allí. Sólo Madrid y Sevilla organizan más corridas de toros que Valencia, pero el listón de exigencia (toros, palco, público) está muy bajo.

Gracias por tu referencia. Un abrazo.

Xavier González Fisher dijo...

Manolo Martínez les llamaba "retazos de toro"...

Paco Montesinos dijo...

Juan, cuando me confirmaron que se iba a televisar pues el pliego lo exigia, martingalas del omnipresente, era lo que más temía que vieran en todo el mundo el nivel paupérrimo de esta plaza.