Con el gusanillo dentro del estómago, esperando la llegada de la noche, convocados somos un grupo de aficionados "dels bous al carrer" de Monserrat. El convocante, ayuntamiento que es el que paga, tuvo la feliz idea hace muchos años de decidir que la fiesta montserratera se montaría en base a la autogestión. Son muchos años, una década, que las distintas corporaciones locales, de distinto color político, hayan confiado en un montserratero, en el exilio, para distinguirlo con pertenencia a la comisión taurina, encargada de la programación de nuestra famosa e inimitable 'fira d´Agost'. La felicidad de encontrarte con viejos compañeros, de fatigas taurinas, y la incertidumbre de las caras nuevas no enmascara el ansia que me produce la decisión que tendrá tomada el Ayuntamiento con respecto a la organización referente al próximo año. Gracias a todos y buena suerte.
LA DIGNIDAD NUNCA SE VENDE
ADOLFO CAMPOS
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