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sábado, 30 de octubre de 2010

A Miguel Hernández


 Morir es una suerte
como vivir: ¡de qué!, ¡de qué manera!
supiste ejecutarla y el berrendo.

Tu muerte fue vivida a la torera, 
lo mismo que tu vida fue muriendo.

No: a ti no te distrajo, 
el tendido vicioso e iracundo, 
el difícil trabajo
de ir a Dios por la muerte y por el mundo.

Tu atención sólo han sido toro y ruedo,
tu vocación el cuerno fulminante.

Con el valor súblime de tu miedo,
el valor más gigante, 
la esperabas de mármol elegante.

Te dedicaste al hueso más avieso, 
que te ha dejado a ti en el puro hueso,
y eres el colmo ya de la finura.
  CITACION-fatal, Poemas sueltos, 
Miguel Hernández

En el día que hubiera cumplido cien años el poeta del pueblo, aunque ha muchos le moleste Miguel Hernández era aficionado a los toros, y así le cantó a la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, instigador de la generación del 27.

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