Páginas

miércoles, 15 de julio de 2015

Siempre nos quedará ... Céret

En unos tiempos donde el taurineo ramplon con la ayuda y connivencia de los medios de desinformacion taurina estan cargandose la integridad de la Fiesta y consiguiendo cargarse los últimos lugares donde esta se cuidaba, Ceret es un oasis dentro de la mediocridad y monotonía taurina.
El toro siempre es el Toro, es el protagonista de una fiesta en la que aparece como principal partener en su denominación, pero en la que muchas veces es el gran olvidado cuando no vejado y ultrajado.

A pesar de no ser una feria redonda, ésta del 2015, siempre se ven cosas interesantes, siempre te queda algo en la retina, siempre te llevas un recuerdo en el hipotálamo.

Donde la liturgia de la lidia es sagrada, donde el tercio de varas es el eje de la corrida para ver al principal protagonista de la tarde desarrollar su bravura y su casta.

Donde los hombres que se enfrentan a los toros tienen o deben tener claro su papel en la corrida, cada uno sus funciones dentro del complicado engranaje que es una corrida de toros, y si no ya se les recuerda desde el tendido.

En las gradas hay más de tres mil aficionados, pero no de los del gin, ni de los de la neverita, aficionados que cada cual con sus gustos y químeras saben  apreciar lo que está bien y lo que está mal, durante el desarrollo de la lídia, que no perdonan las mangarrufas de los taurinos pero que saben valorar cuando uno se la juega.

Donde una comisión de aficionados es capaz de montar una feria que ningún taurino sacaperras se atreviria, siendo capaces de dejar muchos días puesto el cartel de 'no hay billetes'.

Una de las principales razones para los tiempos que corren, se vive la catalanidad sin complejos ni vergüenzas, reivindicando con argumentos que su nacionalidad y su afición no son ni mucho menos incompatibles. Son catalanes sin complejos.

No hay comentarios: