Pasamos ya el fielato de nuestra temporada particular, donde se huye del stablisment taurino y se busca al toro, aunque esta temporada nos esta costando encontrar esa casta y variedad que nos gusta apreciar, será porque la temporada no lleva los desrroteros esperados, será porque animicamente estamos a otras cosas, teniendo abandonada demasiado esta bitácora.
Nuestro paso por la feria de julio, ha sido asistir a una novillada montada inexplicablemente para 6 novilleros y un mano a mano para lidiar los miuras, de lo demás no se nada ni me importa.
De la novillada, de lo único que se me queda grabado en la retina, que es a la postre lo que cuenta, es una media verónica de Varea recitada en su quite al quinto de la tarde, por lo demás el oficio, el sitio y sobre todo el mando de Alvaro Lorenzo y la disposición de Climent ante un novillo carretón.
Del mano a mano, que podía haber sido perfectamente una terna, resalta el momento de Rafaelillo, donde la evolución del torero lidiador y zapatillero hacia un toreo con poso y sabor es más que interesante. Recibido desde el principio con cariño por el recuerdo del año pasado, los sinvergüenzas que casi lo dejan fuera de la feria lo jaleaban como hooligans, cuando estuvo a punto de quedarse fuera, estuvo toda la tarde en torero, desempeñando su papel de lidiador y cuando tuvo que torear lo hizo, destacando la faena a Ratón 66, el miura con más 'toreabilidad' donde dejó los más bellos pasajes de toreo, tanto en el inicio como en el final del trasteo. Tuvo que pechar también con Ballestero 2 el más en miura de la corrida tanto en trapío como en comportamiento y con Armillito 63, un miura de los que se deja pero siempre es un miura, ante el que corto un trofeo menor.
Escribano, al que se puede esperar más si coge más poso y sobretodo si no abusa del torero al hilo del pitón y la suerte descargada, porque valor y temple no le faltan aunque en ocasiones tira demasiado hacia la temeridad, lo cual le podía haber acarreado un serio problema cuando en el grandón Relator 31 que cerró plaza en un desplante se lo hecho a los lomos. Tuvo también enfrente a un sobrero del Ventorillo tras devolver el palco a un gato muy protestado más por pequeño que por inválido, y donde durante la lidia del mismo se pudo ver las diferencias del comportamiento de los de Zahariche frente a los del encaste dominante, y a Jerezano 72, el que produjó el desastre en la desencajonada y el que a la postre resulto ser un manso encastado como se podía preveer ante su comportamiento anterior.
Los miuras pese a los goterones de 'toreabilidad' que se les quiere imprimir, siempre son los miuras y lo dejaron evidente durante toda la corridad, lo que provoco interés y emoción, para ver a los toreables y comodos auto lidiados hay muchos otros hierros, cada cual que se sirva lo que quiera.
Por cierto del numerito de los productions y la autoridad ante las pancartas de un señor que quería protestar por la feria que nos han metido, no vamos a decir nada más que no aceptan críticas por menores que son por lo intrasigentes que son el francés y sus secuaces encabezados por el niño del 7 que fue rapidamente a buscar al delegado gubernativo que como fiel ovejita subió al tendido para hacer de acomodador. Sólo aceptan halagos de la sarta de pelotas de asociaciones y publicaciones. Así estamos.
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