Clases prácticas en Bocairent

El cartel

El pasado sábado tuvo lugar en la singular e infrautilizada plaza de la villa de Bocairent, puerta de la maravillosa y maltratada serra de Mariola, una clase práctica de la Escuela Taurina de Valencia, probablemente destinada a otra población de la misma comarca que en estos últimos años se celebraba por estas fechas pero que a raíz de los vaivenes electorales no la han organizado.

La banda interpretando magistralmente 'Tercio de quites'

Para los casi dos tercios de espectadores que ocupaban el empedrado, a pesar de la gratuidad de la entrada, de la plaza ganada a la roca de la montaña allá por 1843 la tarde fue benévola hasta en la agradable brisa que acompañaba las nubes que tapaban los duros rayos de sol de agosto que se dejan sentir por la vall d'Albaida.

En ella participaron los alumnos de la escuela de Valencia y de Castellón con erales de Nazario Ibáñez, muy justitos de presencia, escasos de carnes, consecuencias de la crisis en el campo bravo, con diferentes comportamientos propios del encaste nuñez, destacando el noble 2º que fue a más, el encastadito con genio 4º, con tranco el 3º, con más complicaciones los otros 3.

Calentando los chavales

Jonatan Sáez sorteó una flojita raspa mansita, ante la que poco pudo hacer, recibiendo enganchones sin ninguna consecuencia.

Jorge Expósito ante un eral de noble comportamiento con dulzonas embestidas estuvo en novillero con toreo sin perder el sitio llegando ha dar series ligadas, llevándolo toreado pero faltando rematar, necesita pulir pero tiene fondo de donde extraer.

Junco Moreno tiro excesivamente de parafernalia y posturismo, llevando en su repertorio mucho toreo accesorio y poco fundamento, calento en principio a los tendidos para acabar apagando dicha emoción.

Robert Beltrán estuvo en novillero nobel, acusó defectos y virtudes propios de la bisoñez pueril del que empieza, pero no se le puede reprochar las ganas de agradar a costa del exceso de atacar al novillo.

Iván Jiménez, de la escuela de Castellón, y Cristian Gómez, el más jovencito, no se les puede reprochar las intenciones de iniciarse en esta difícil profesión en la que todavía queda mucho por aprender, el problema será quién se lo tiene que enseñar por que en la ETV siguen adoleciendo de los mismos vicios y costumbres adquiridas, enquistados durante muchos años, y que a pesar de cambios de directores, lejos de solucionarse se perpetuan, por los que la manejan sin ninguna reprobación de los responsables de dicha escuela, los que mandan en la diputación.

En positivo podemos señalar como siguen habiendo chavales dispuestos a ponerse delante de un toro, y como en existen plazas singulares que se debían de relanzar y utilizar más con festejos taurinos que ilusionaran y crearan nueva afición.