Vía:
Blog de Clarín
La palabra está en boca de todos desde hace unas semanas. Escrache es
el nombre dado en Argentina a un tipo de manifestación "pacífica" en la
que un grupo de activistas se dirige al domicilio o lugar de trabajo de
alguien a quien se quiere denunciar. Una práctica utilizada aqui en
España ultimamente por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca para
señalar a aquellos diputados o miembros de los partidos que no apoyan la
Iniciativa Legislativa Popular sobre desahucios que tramita durante
estos días el Congreso.
Una práctica a la que por desgracia estamos acostumbrados los
aficionados a los toros. Desde hace varios años los movimientos
antitaurinos se han prodigado en utilizar el escrache en los aledaños de
las plazas para señalar y gritar asesinos a todos los que libremente
acudimos a un coso taurino a disfrutar de una de nuestras aficiones. Una
persecución en toda regla que se ha extendido por toda España al calor
de las simpatias que parecen despertar estos grupúsculos en defensa de
los derechos, o eso dicen, de los animales mientras coartan los derechos
de las miles de personas que acuden cada tarde a una plaza de toros. La
peor dictadura, la de una minoria que quiere imponer su criterio,
cueste lo que cueste.
Es curioso como en muchos informativos la noticia
es el escrache de una decena de activistas "anti" mientras no se dice ni
una palabra de las más de 10.000 personas que se han dado cita para
presenciar una corrida.
Señalan e insultan pero ¿Quién nos garantiza que mañana no pasarán a
la agresión? ¿Quién puede asegurar que una tarde de estas no se produzca
un episodio de desorden público con graves consecuencias?
En Francia
los aficionados han conseguido que las concentraciones de estos
movimientos animalistas no se den en las inmediaciones de los cosos
taurinos para preservar la seguridad de todos aquellos que asisten a un
festejo. De nuevo nuestros vecinos dando lecciones de libertad. ¿Para
cuando una medida similar aqui en España?
Hace unos días el Minsterio del Interior hacía llegar a las
comisarías una Instrucción en la que se ordenaba identificar y detener a
quienes participen en escraches a políticos. Acción, reacción para la
casta privilegiada que acomodamos en la poltrona con nuestros votos. A
los que sufrimos escraches desde hace años por cometer el delito de ir a
una plaza de toros ya nos pueden ir dando.