'Como defender una Fiesta adulterada' (El aficionado díscolo)

Fandiño encerrona en Las Ventas, cal para la Fiesta, arena para el torero

El aficionado díscolo acabada la temporada se pone a reflexionar sobre su visión de la Tauromaquia y por ende de la vida, para el caso es lo mismo. Demasiada cavilación inconexa durante la vorágine estival que quiere entrelazar en palabras, sirva de reflexión, plasmándola para si le sirve a alguien más, aunque sea excesiva pretensión.

La primera cavilación que le persigue, ante los continuos ataques que esta sufriendo la tauromaquia por una depauperada sociedad animalista con la presión de los lobbys mascoteros y bárbaros anglosajones, inventores de la grasienta hamburguesa de vaca estresada después de ser una factoría de productos lácteos, con el inestimable apoyo de políticos pijiprogres y medios de comunicación con espurios intereses, como va a defender una fiesta que se apoya en el continuo fraude hacia el que la mantiene y vejaciones hacia el toro centro del universo taurómaco y alrededor del cual, gira o debería girar todos los satélites taúricos.

Todo ello perpetrado con la connivencia de una autoridad que debería vigilar por la integridad de un espectáculo y no por oscuros intereses que siguen dando un aire rancio y casposo que no se quiere desprender para apelar a una tradición que nada tiene que ver con la autenticidad de la Fiesta.

Apoyados mediáticamente de un cuarto poder que en ocasiones es el principal causante de un desculturización del público, desinformando, mediatizando opiniones de aficionados de clavel reventón.

Ante todo este panorama el aficionado díscolo se pregunta como va a defender una Fiesta pervertida y adulterada de los valores que lleva implícita. Seguirá reflexionando, seguira divagando, seguira divergiendo del pensamiento único imperante, pero seguira siendo aficionado, díscolo pero aficionado.