(Contada desde el celular).
La tarde se presentó cárdena hasta en el cielo, con ese sopor pegajoso que acompaña a las tardes nubladas y calurosas para contagiarse en la supuestamente la primera plaza del mundo con todo lo acontecido en el ruedo.
La corrida tuvo problemas en los corrales y ahí comenzo el problema. En ganaderias de camada corta remendar una corrida y más en plazas de primera debe de ser harto difícil teniendo de tirar de toros fuera de tipo, con poca nota y encima con defectos estéticos como es faltarle parte del rabo.
Si a esto le añadimos una terna con muy pocas actuaciones en la pasada temporada y unas cuadrillas que no dan una a derechas nos sale el cocktail perfecto para convertirse en una corrida ideal para los abolicionistas porque estas te hacen abandonar los tendidos para no volver aunque luego volveremos a tropezar con la misma piedra.
Corrida de la feria de San Isidro. Toros de Partido de Resina (divisa celeste y blanca) muchos fuera de tipo, mansearon con casta algunos otros ni eso, para los matadores Eduardo Gallo, que no cantó, Sebastián Ritter, quiso hacer de todo y no hizo nada, Rafael Cerro, desaprovechó el mejor lote con toreo moderno.
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