Leemos en Toro, Torero y Afición una entrada sobre la posible desaparición de las novilladas sin caballos, para quedar todas las preparaciones en clases prácticas, con el consiguiente desaparición de puestos de trabajo de profesionales, donde los chavales tienen que solventar los problemas de la lidia por ellos mismos con consecuencias no deseables.
En Valencia tenemos hace tiempo ya experiencia en esas funestas clases prácticas que cada vez parecen más erráticas, festejos que rozan la delgada línea roja de la legalidad, donde las autoridades miran hacia otro lado por no mal meter y donde se ahorran las pelas que otros se llevan por lucir el palmito.
Por cierto esta tarde hay una clase práctica por Chelva allí se podrá ver todo esto que les estamos contado: inexperiencia de los chavales unido al pasotismo incompetente del claustro de la escuela, añadiendo la falta de profesionales.
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