En los tiempos presentes el juego del toro ha sido sustituido por el del fútbol. Parodia por parodia, me quedo con la del toro. No peco de nostálgico al afirmarlo. La parodia de fútbol es la lamentable. Se reduce patadas y más patadas sin orden ni concierto. Hablo del fútbol callejero o jardinero, en el cual rarísimamente se aprecia un atisbo, no ya de arte, sino de primorosa habilidad. Prevalece la fuerza sin ton ni son; la fuerza de la patada es la que impera, sin la menor actitud gallarda o graciosa. Esto está a la vista, no es preciso razonarlo. En cambio, ya no se puede contemplar el juego del toro y, por lo tanto, no se puede justificar la diferencia. Paseíllo por el planeta de los toros, Antonio Díaz-Cañabate
'Alabado sea el ilógico mundo de los toros, mosaico de sorpresas y contrasentidos.' Clarito
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domingo, 15 de enero de 2012
No se juega a los toros
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