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martes, 22 de octubre de 2024

Diario de un aficionado díscolo: el festival de Mago Pepo

21/10/2024

Para ir a los toros se debe de ir sin ninguna predisposición, ni ideas preconcebidas, valorando en todo momento lo que se ve, se sufre o se disfruta, como un juez imparcial con espíritu de aficionado. 

El sábado asistí a un festival organizado por un aficionado (en mayúsculas) anteponiendo ante todo su patrimonio y su esfuerzo personal y de muchos que le rodeaban. Tuvo lugar en esa joyita, esa obra de arte situada en la comarca de la Marina, en Ondara.

Tarde de temperatura ideal, en un ambiente relajado, conversando con distintos aficionados, con una novillada con presentación más que aceptable para un festival, con castita y movilidad frente a unos profesionales bastantes comprometidos.

En ese ambiente relajado propicio para el disfrute, pude entresacar los matices de la evolución de la Tauromaquia en los últimos lustros. De Javier Vázquez, siempre adelantando la pierna en cada cite, pasando por el recital de Manolo Carrión con su temple y cadencia, reflejo de sentimiento; Urdiales ligando retrasando la pierna y sus naturales de frente, marca de la casa; para ver como los dos más jóvenes García Navarrete y Nek Romero, con clara muestras del torero moderno el más aclamado por el público, el sino de los tiempos. Señalar como la gente estuvo con este último, después de haber sido utilizado por sus anteriores mentores y como era de esperar dejar tirado cuando no les ha interesado, pero este es otro tema.

Por último, un hombre, un mago, un aficionado, que antepuso su persona, su patrimonio, su dignidad para organizar un festival benéfico. disfrutando y haciéndonos disfrutar a los que nos acercamos a Ondara, para aportar nuestro grano de arena a su proyecto.

Gracias Mago Pepo por haber hecho magia, pero esta vez sin trucos ni trampas, con verdad, auténtica esencia de la Tauromaquia, a pesar de los taurinos, taurinillos y vividores que pululan por este mundo.

Por cierto, un saludo a la escasa concurrencia de antitaurinos que estuvieron  dándonos la murga con un concierto de silbatos y alaridos en las mismas puertas de la plaza con la aquiescencia de Delegación de Gobierno y la hipocresía de un ayuntamiento acomplejado, consiguiendo que valoráramos más lo sucedido en el albero, perfectamente amenizado por una banda que sonaba como una filarmónica.

jueves, 10 de octubre de 2024

Diario de un aficionado díscolo - VI - En el ádios de Ponce

 10/10/2024

 

Ayer, en Valencia, se despidió Enrique Ponce en corrida triunfal y triunfalista de los ruedos españoles, con un público enfervorecido y partidista. No vamos por aquí, Dios me libre, a poner en duda las cualidades técnicas y artísticas de Ponce, que tras 34 años de alternativa podría estar otros 34 más.

Ayer en la que dicen es se plaza, cosa que pongo en duda, porque en ella hace tiempo que no ha tenido gestos y ha buscado la comodidad del toro fácil y dócil, como vimos esta pasada tarde, volvió a dejar claro que nadie como él entiende los toros en el ruedo, sabe como administrarlos y sobre todo como torearlos, con ese elegancia y ese temple y una muñeca prodigiosa que Dios le ha dado para mimar y conducir las embestidas chochonas de los toros que se elige. Aunque no podemos olvidar que ayer algunos de los elegidos con el hierro de la casa madre no tuvieron ni un gramo de casta y raza, teniendo que echar mano del sobrero, al con más movilidad, supo torearlo en el terreno favorable al toro, cerca de chiqueros, haciendo la faena toda en una área de tres metros cuadrados. Con suavidad sin tirones, pero siempre al hilo dando los saltitos marca de la casa, encandiló a un público enfervorecido desde el paseíllo.

Cuanto bien hubiera hecho este torero a la cabaña brava si hubiera apostado por el toro más encastado y menos chochón, si no que se lo pregunten al sr. Gallardo. Porque a servidor el Ponce que siempre le ha gustado es el del toro difícil o el mulo ilidiable que siempre acaba metiendo en el canasto. Pero eso y sobre todo en los últimos años ha sido harto difícil verlo.

Mucha suerte, maestro.